Seis concejales se despiden del Ayuntamiento de Donostia después de cuatro años

Más de un tercio de los 27 ediles que componen el Pleno del Ayuntamiento de Donostia pasará a otros cometidos tras las elecciones municipales de este domingo. O no figuran en las listas o están situados en puestos que no se consideran de salida. De los diez que ya saben que no repetirán como representantes de la ciudadanía donostiarra, seis solo han estado cuatro años con asiento en el Pleno, una legislatura condicionada por el covid y con un intenso trabajo, tal y como recalcan, tanto los del gobierno como los de la oposición.

Este es el caso, por ejemplo, de Marta Huarte, que ha estado cuatro años en el Ayuntamiento de Donostia como corporativa de la coalición Elkarrekin Donostia y que sigue figurando en las listas, aunque en el puesto 18, para el que las encuestas no contemplan opciones. La corporativa de Podemos explica que el hecho de haber sido concejala le ha hecho “ser más consciente de que las decisiones tomadas por los partidos que conforman el gobierno municipal acaban afectando en gran medida a la calidad de vida de las y los ciudadanos” y que seguirá estando “activa en la política” para “seguir avanzando en encontrar soluciones a los problemas de la ciudadanía”.

Huarte critica la escasez de participación ciudadana y retomará los estudios de Derecho que ha tenido que apartar por su labor municipal. También recalca el peso que ha tenido la pandemia en este último mandato, “un desafío para todos” que les ha obligado a priorizar la resolución de los problemas derivados de la situación sanitaria.

También cambiará de actividad la portavoz de la coalición, Aitzole Araneta, que retornará a su puesto como técnica de Igualdad del Ayuntamiento de Pasaia, para lo que pedirá el alta en cuanto acabe su labor en Donostia. Ahora, explica, podrá llevar a cabo otras tareas de su actividad precedente, como terapeuta, sexóloga, educadora y también actriz. “Podré volver a decir sí a algunas cosas que no podía” hasta el momento, porque la tarea en el Ayuntamiento de Donostia es “frenética”. “Donostia tiene muchos servicios y un presupuesto importante; hay trabajo a tope”, recalca la aún concejala, que se muestra satisfecha tras su paso por la institución donostiarra.

“Hemos intentado hacer una labor de fiscalización y llegar a acuerdos con el Gobierno municipal (PNV-PSE), que tenía mayoría absoluta y no nos necesitaba para nada”, señala Araneta. “Hemos logrado algunas cuestiones de nuestro programa y me voy bastante contenta y orgullosa de los resultados obtenidos”, dice la corporativa, que recuerda aumentos impositivos a los grandes generadores de basura o el servicio de cuidados infantiles para mujeres sin red de apoyo, logrados gracias a la negociación porque “la gresca por la gresca no vale para nada”.

Tampoco volverá como concejal Bixente Sacristán, que ha estado unos meses en el puesto tras la renuncia de Haizea Garay por descuentros por la portavoz del grupo.

En EH Bildu no repetirá la portavoz, Reyes Carrere, que se tomará ahora un descanso, ni el concejal Zigor Etxeburua, ambos tras una legislatura con asiento en el Salón de Plenos. Etxeburua, profesor de euskera en su vida profesional, aprovechará para tomarse unas merecidas vacaciones, ya que hasta el inicio del próximo curso no tendrá que trabajar, y atender obligaciones familiares.

El corporativo altzatarra tacha de “decepcionante” que el gobierno municipal “haya rechazado o minusvalorado” algunas de su propuestas a lo largo de los cuatro años porque “el perjuicio es para los vecinos”. Asimismo, recuerda que llegó al Ayuntamiento desde la iniciativa popular, en concreto de la plataforma por la salud de Altza, y ha intentado “poner un altavoz a las necesidades de los vecinos” como, por ejemplo, en la necesidad de limpiar de amianto el barrio y en reducir el ruido excesivo en determinadas zonas como Buenavista.

Etxeburua admite que echará de menos del Ayuntamiento, especialmente “para recabar más información” sobre proyectos que afectan a las personas, pero seguirá “incidiendo igual desde la iniciativa popular”.

Entre los corporativos que solo han estado una legislatura en el Consistorio se encuentra Jaione Hervás, la única del gobierno municipal que ha estado cuatro años dentro el grupo de los diez que se despiden.

Hervás, del PNV, ha compaginado su trabajo con el del juzgado, al que retornará de modo exclusivo. “He dado todo de mí, pero al 50% al tener que compatibilizarlo, y reconozco que no es un puesto para estar a medias, porque tiene mucho coste personal. Pero ha sido un honor trabajar desde Donostia, para Donostia”, dice la edil.

Recuerda, además, que desde la presidencia de Aguas del Añarbe, que le ha tocado ejercer en la segunda parte de la legislatura, “hemos conseguido unas infraestructuras que estaban atascadas”, en alusión a la obra del Canal Bajo del Añarbe.

Entre los que tras cuatro años como corporativo donostiarra no tiene opciones de volver a serlo se encuentra Mikel Lezama, en el puesto 25 de la lista municipal del PP, que se presenta también como candidato a diputado general de Gipuzkoa.