Política

Chivite ensalza la coalición y garantiza un Gobierno “estable”

La reelegida presidenta promete “diálogo” y defensa de la “pluralidad” frente a los “negacionistas” | Anticipa que Navarra será un “baluarte” contra los recortes en “derechos y libertades”
María Chivite toma posesión como presidenta del Gobierno de Navarra
María Chivite toma posesión como presidenta del Gobierno de Navarra

Su círculo de colaboradores más cercano lo reconocía poco antes de que comenzara el acto de toma de posesión: María está algo nerviosa. Da igual que viviera el mismo protocolo en 2019 o que la Chivite de hoy no sea, ni por asomo, la política de hace cuatro años, antes de una legislatura en la han pasado cosas como para cuarenta años.

El batiburrillo de emociones, nervios y tensiones de los últimos setenta días se le notó nada más ponerse delante del atril. Apareció una voz tomada –poco habitual en una mujer enérgica en el discurso– para volver a asumir la presidencia del Gobierno de Navarra.

Para ensalzar a una coalición en minoría parlamentaria pero “que va a ser de mayoría social” en la calle. Para defender un Gobierno “de certidumbres, estable”, que entienda la pluralidad y se apoye en el diálogo frente a los “negacionistas” y los “agoreros” de la Navarra apocalíptica a los que se acaba el crédito. Y para agradecer, con la voz ya quebrada del todo, a la familia que le acompaña y a la que ya no está, en un recuerdo especial a su padre. Lo resumió mejor una de esas frases crudas que quizá hoy un crío pequeño no entienda, pero que en el futuro le despertará orgullo. “El tiempo que no puedo pasar con vosotros–dijo, mirando a su pareja y a sus críos–es tiempo que invierto en construir aquello en lo que creo”.

El patrón de 2019

Fue un acto sencillo, con menos gente que lo habitual –las fechas son las peores posibles– y sin ningún expresidente del Ejecutivo, salvo Uxue Barkos. Autoridades y cargos aparte, solo su familia: la de sangre y la socialista, que arropó con el escaso poder autonómico que le queda al PSOE –Barbón y Page– a su baronesa del norte.

Pero la escasa compañía no ha sido un problema para el Gobierno de coalición que ha presidido. Básicamente, porque en la práctica concitó un apoyo mucho mayor con PSN, Geroa Bai, el espacio de Contigo Navarra y EH Bildu. Que Chivite tiene claro que el patrón tendrá que ser el mismo se vio ya durante el discurso de Unai Hualde. En un momento dado, el presidente habla del “protagonismo” que volverá a tener la Cámara. Y acompasados, como si estuviera preparado, Chivite asintió y masculló desde su asiento el “protagonismo”, haciéndolo suyo.

Se entiende que las primeras palabras fueran para ensalzar la coalición y al acuerdo programático. Y que ratificara su “compromiso y palabra” de “impulsar el diálogo con el que hemos sido capaces de sacar adelante todo este proceso hasta aquí”.

Lo resumió en una hilera de frases. “Este va a ser un Gobierno de coalición y en minoría, pero que va a ser de mayoría social. Vamos a ser un gobierno estable, de certidumbres. Porque Navarra es un éxito por nuestra capacidad para colaborar, seremos un gobierno que refleje la pluralidad de Navarra”.

Una declaración de mano tendida a las puertas de una legislatura que se prevé políticamente intensa. El contexto general será hostil a Navarra. El mapa autonómico está pintado de azul. “Pero en Navarra la ciudadanía ha decidido que Navarra sea un baluarte en España de crecimiento económico y cohesión social”, terció Chivite, que adelantó que su Ejecutivo será “una barrera contra los negacionistas del cambio climático y la violencia machista”.

También contra los recortes de derechos y libertades y la cultura de la cancelación, que Chivite siempre menciona. “Pondremos freno a los que quieren una Navarra sin competencias, como en el franquismo, y también un muro contra los agoreros, de los que difícilmente se puede creer la Navarra del desastre que dibujan”. Javier Esparza, presidente de UPN y en primera fila, tenía el gesto como vacío, ausente. Oír de la Chivite presidenta una apuesta contra “la Navarra de dos velocidades” y por la coeducación, el blindaje de los servicios públicos, la paz y la convivencia y otras políticas de impronta progresista desarma sus planes. Y más cuando el asunto parece también zanjado en Madrid. La segunda legislatura del Gobierno de coalición, aquí, ya ha echado a andar.

2023-08-18T19:22:03+02:00
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