La fuerza del agua y la presión sobre el medio ejercida por la acción humana vivieron un episodio difícil de olvidar a finales de 2021 en la zona de La Orconera, en Ortuella. El socavón -con una profundidad de 30 metros y un diámetro cercano a los 100 metros- ocasionado por las intensas precipitaciones caídas en aquellas fechas se llevó por delante una zona de pastos y dejó al descubierto una vieja galería minera, para preocupación de los ganaderos y de los vecinos de este núcleo.
Después de mucho trabajo de mesa, pero también de incursiones en el epicentro por parte de espeleólogos -con apoyo de geólogos-, está previsto que en unos meses arranquen los trabajos para recuperar ese espacio. Si toda va según los planes previstos por la Diputación, a principios del próximo 2024 la zona quedaría mejor incluso a como estaba antes del suceso.
Así las cosas, este mismo verano se empezaría con la rehabilitación de la galería subterránea que se hundió. Los trabajos han sido presupuestados en 2.719.945,12 euros (IVA incluido), aunque visto lo visto, los precios finales podrían variar. En cualquier caso, a la finalización de esta obra se habrán mejorado las condiciones de seguridad de la zona, más allá incluso del momento previo a que se produjera el socavón.
Los trabajos permitirán rehabilitar el tramo de esta galería subterránea y restituir el terreno afectado por el hundimiento, restaurar el drenaje del valle en la confluencia de los arroyos de Triano, La Reineta y Fuente el Buey y construir un nuevo pozo de acceso que facilitará futuras inspecciones de la galería, ha expresado la diputada de Sostenibilidad y Medio Natural, Amaia Antxustegi, durante una comparecencia.
Las actuaciones a desarrollar incluyen “la adecuación del emboquille de los arroyos de La Reineta y Triano, el encauzamiento del arroyo Fuente el Buey, la excavación de un camino y la realización de un pozo de acceso y relleno -que supone la tarea de mayor envergadura entre todas las proyectadas-, o la ejecución de un sumidero que recoja las aguas de la cuenca interior y permita su desagüe en la galería y reparaciones puntuales en esta última”, ha detallado.
Al restituirse la orografía original se evitará que el socavón existente pueda seguir aumentando de tamaño y suponiendo un potencial peligro. Asimismo, el refuerzo de los primeros tramos de la galería, situados en las proximidades del colapso y que sufrieron desperfectos puntuales, supondrá una mejora en la seguridad incluso con respecto a la situación de partida, habida cuenta del desgaste que tenía la galería en dicha zona. Además, la ejecución del pozo de acceso permitirá que las labores de inspección se puedan realizar por un acceso aún más seguro al que se disponía en la actualidad.
“Esperamos que la normalización e implantación de nuevos sistemas de vigilancia de la galería permitan detectar anomalías con mayor antelación, en caso de producirse”, ha indicado la diputada. Y es que “nada hacía presagiar lo que ocurrió”, ha lamentado. Es por ello que para evitar nuevos sustos se han reforzado las medidas de seguridad con una inspección semestral de la galería, el control continuo del caudalímetro en la salida de dicha galería y, además, se han instalado balizas a lo largo del trazado para poder detectar posibles desplazamientos.
Antxustegi ha aprovechado para recordar que el camino no ha sido fácil ya que las condiciones del terreno y el acceso a la galería tras el primer derrumbe impidieron su revisión y la puesta en marcha de trabajos de reparación porque existía riesgo evidente. Además, de la necesidad de llegar a un acuerdo para determinar la responsabilidad de diferentes instituciones sobre esta galería, acuerdo que se ha rubricado ya entre los Ayuntamientos de Ortuella y Trapagaran, la Diputación y Garbiker.