Albergue escuela de UBA, una oportunidad laboral para quienes no encuentran trabajo

Sorkunde Urresti buscaba un empleo a media jornada porque "también tengo a mi madre que me tengo que hacer cargo de ella". A Claire Nolasco también le costaba encontrar trabajo. Madre de un niña de 11 años, esta es su primera experiencia en el mundo de la hostelería. Ambas llevan unos meses trabajando en el albergue escuela de UBA donde han encontrado un empleo y una solución. Aquí, además de trabajar, aprenden y se preparan para acceder en un futuro no muy lejano al mercado laboral libre. Pero en esta ocasión, lo harán con herramientas, con experiencia. 

Sorkunde asegura que "la experiencia está siendo buena y espero que me abra las puertas para un futuro trabajo. Ya llega una edad en la que se agradece". Claire reconoce que "recibo un apoyo muy grande de mis compañeros" y, además, está "agradecida porque se necesita experiencia para optar a otro trabajo". Al trabajo, aunque sea duro, no le tienen miedo; "lo afrontaremos, somos un buen equipo".

El proyecto del albergue escuela de UBA está liderado por la empresa sin ánimo de lucro Suspertu-EDE Fundazioa y apoyado por el Ayuntamiento de Donostia -a través de Fomento de San Sebastián- y por el Gobierno Vasco. Su responsable de Promoción de Proyectos en Gipuzkoa, Fran Apezetxea, nos ha contado en Onda Vasca cómo funciona este proyecto: "tenemos dos áreas de trabajo: por un lado, el bar restaurante Otxoki y, por otro, el hostel de UBA. Nosotros prestamos nuestros servicios al cliente como cualquier empresa de hostelería normal. El cliente no va a notar la diferencia, va a notar que se le está prestando un servicio con la mayor de las calidades posibles. Lo que sucede es que internamente es un proyecto de empleo lo que hace que las personas con contrato de inserción que trabajan aquí lleven consigo una labor de acompañamiento, de tutorización, de orientación".

Recuerda Apezetxea que los contratos de inserción laboral tienen una duración de entre 1 y 3 años y suponen "una estación de paso para mejorar las competencias de esas personas y que puedan salir al mercado laboral ordinario con el mejor de los equipajes posibles".

"Estamos muy ilusionados. Cuando en octubre comenzamos con el proyecto, lo que queríamos era ir preparándonos para esta puesta de largo y ahora lo que tenemos es muchas ganas de afrontar los próximos meses". Sabe que su objetivo es "ser una empresa sostenible económicamente pero también hacer nuestra labor de empleo inclusivo, formando, contratando y acompañando a todas las personas que van a pasar por aquí en los próximos años".

Para colectivos con dificultades a la hora de encontrar empleo

El sector de la hostelería y la hotelería en Donostia necesita empleados cualificados. De ahí la importancia de conectar a quien busca trabajadores con quienes buscan empleo y no lo encuentran. Los colectivos con más dificultades para acceder al mercado laboral son las personas mayores de 45 años, las mujeres, los migrantes o los jóvenes que no tienen experiencia previa. De hecho, en Donostia, según los datos de empleo del pasado mes de octubre los mayores de 45 años suponen el 58,5% de las 6.737 personas desempleadas de la ciudad. Datos que también dejan clara la brecha de género ya que hay 1.000 mujeres más que hombres en situación de desempleo.

Recuerda Fran Apezetxea que "el abanico es muy amplio; personas que, por la razón que sea, en este momento de su vida tienen necesidad de un apoyo para salir al mercado laboral ordinario con todas las fuerzas posibles".

Bar restaurante abierto a todos los donostiarras

El albergue de UBA cuenta con 44 habitaciones y 196 plazas. Ofrece servicios de alojamiento pero también de desayunos y comidas. Y este cambio de modelo llega con otra novedad: abre su bar restaurante a todos los donostiarras, no solo a los clientes del albergue.

Apezetxea destaca que "otro de los aspectos innovadores del proyecto es que la idea es hacer del Parque Ametzagaña y del entorno del bar restaurante un lugar con una agenda propia de eventos que, además, se conecte con los eventos que ya se hacen en la ciudad, de manera que la ciudadanía de Donostia y Donostialdea tengan motivos para acercarse a nosotros, disfrutar del parque que es muy hermoso, conocer nuestro proyecto y, de alguna manera, integrarnos en la ciudad y hacer que los cuatro kilómetros que nos separan del centro sean más cortos".