Aitor Elordi quiere derribar otro gigante en el Cuatro y Medio

Hasta el genio de Miguel Ángel cayó rendido bajo el sortilegio de la lucha desigual entre David, el pastor, y Goliat, el guerrero magnífico. La honda que sirvió para derrotar con una certera pedrada al gigante, simboliza la esperanza de los que se presuponen más débiles. El magnífico escultor italiano cinceló ese pasaje. Honró al pastor. El David de Miguel Ángel es un coloso. Aitor Elordi representa ese arquetipo en el Cuatro y Medio.

El delantero de Mallabia, que derrotó a Erik Jaka cuando nadie lo esperaba, busca otra hazaña en la liguilla de cuartos del acotado, donde le espera el titánico Joseba Ezkurdia, bicampeón de la distancia en 2018 y 2019 y uno de los grandes candidatos a tallar otra victoria. Gira la honda Elordi. Cargada la piedra.

“La verdad es que ganar a un pelotari de la talla de Jaka me ha dado un chute de confianza que viene muy bien para afrontar mis próximos partidos”, descubre Elordi, que al igual que David deberá invocar a una actuación extraordinaria para tumbar a Ezkurdia este viernes en el frontón de Beasain.

El reto para Elordi es mayúsculo. Es consciente el vizcaino del poder intimidatorio del navarro, uno de los dominadores de la distancia. “Delante tengo a Ezkurdia y poco más se puede decir”. Con nombrarlo surge la jerarquía de Ezkurdia. El de la Sakana, no obstante, no se fía de su presumible superioridad sobre Elordi.

EZKURDIA NO SE FÍA

“Ante Elordi me parece un partido muy duro. Para mí no es una sorpresa que llegué a la liguilla de cuartos. Es un pelotari muy completo. Será un partido de mucho ritmo y tendré que jugar muy bien para tener opciones”, expone Ezkurdia, consciente de las dificultades que entraña el primer partido de contacto con el torneo. Una mala aproximación frente a un rival que ha alimentado la moral después de un triunfo inopinado frente a Jaka puede ser letal. Además del aspecto anímico, el rodaje también juega.

“Algo de ventaja podré tener porque vengo rodado del partido ante Jaka”, resuelve Elordi, que no se enreda en sus pretensiones. Sabe lo qué quiere. Nada de dudas. Un buen comienzo. El de Mallabia, sin la presión de los opositores al trono, vive como un regalo su presencia en los cuartos, pero no regalará nada.

DISFRUTAR Y DAR GUERRA

“Ahora en la liguilla de cuartos mis objetivos son muy simples. Saldré a disfrutar y dar la mayor guerra posible”. Promete lucha Elordi, que deberá afinar la puntería si pretende colonizar a Ezkurdia, un delantero estupendo en la distancia. El plan para tratar de asaltar a Ezkurdia no tiene muchos secretos. Sin embargo, llevarlo a cabo entraña una dificultad máxima.

El papel todo lo sostiene hasta que se estrella contra la realidad, tantas veces representada en los muros. Los frontones están llenos de ellos. “La teoría en la jaula es sencilla, otra cosa es que lo puedas llevar a cabo… arrimar los máximo posible a la pared izquierda, cuando Joseba imponga su ritmo defenderme bien, dándole altura a la pelota y cuando tenga la más mínima oportunidad aprovecharla…”.

Ezkurdia se adentra en la cita con la tranquilidad de haber podido preparar el torneo con mimo después de un verano de postal, el sol brillando sobre su figura. No es una cuestión menor para acometer el primer partido, siempre comprometido. “Yo diría que llego en buen momento. He tenido un mes de septiembre tranquilo que me ha permitido preparar el 4 1/2. He tenido un verano bueno y he llegado al final con un buen punto de juego ganando el Masters CaixaBank. Me encuentro con confianza y contento de cómo me han salido las cosas. Ahora toca demostrarlo en la cancha”. Allí le espera Aitor Elordi girando la honda, dispuesto a derribar otro gigante.