Vida y estilo

5 consejos para reducir el desperdicio alimentario

Además de disminuir los residuos, también puede ayudar a evitar realizar gastos innecesarios
Un cubo de basura lleno de desperdicios alimentarios
Un cubo de basura lleno de desperdicios alimentarios

Comer es vivir. La alimentación es uno de los pilares de la vida del ser humano. Es realmente imprescindible hacerlo de forma saludable y no excederse, pese a que de vez en cuando convenga darse un pequeño capricho.

Además de consumir los alimentos correctos, aquellos que cuenten con una mayor cantidad de vitaminas, hidratos o proteínas, entre otros nutrientes, también hay que tener en cuenta el volumen ingerido y adquirido en los establecimientos.

En el momento en el que los productos adquiridos en el supermercado sobrepasan los consumidos, se genera el denominado desperdicio alimentario. Esto supone derrochar alimentos sin consumir, lo que puede acarrear diferentes consecuencias que afectan tanto al medio ambiente como a la economía personal.

Para poder reducir el desperdicio alimentario, aquí van cinco consejos con los que se puede disminuir la cantidad de residuos generados en el hogar y se evitan gastos innecesarios que pueden ser determinantes a final de mes.

Planificación

El primer paso para reducir el desperdicio alimentario es comprar menos productos. Para ello, es recomendable planificar de forma semanal todas las comidas y basar las compras del mismo periodo de tiempo en base a ello.

Con esto en mente, los productos adquiridos en el supermercado van a ser menores y, en consecuencia, el precio a pagar también.

Como punto a añadir, esto también puede ser útil para aquellas personas que estén realizando cualquier tipo de dieta, ya que organizarse las comidas de forma semanal sirve para no saltársela ya que los platos ya están establecidos previamente.

Presión

El hecho de ir a comprar puede resultar una tarea simple, pero no lo es. Durante el proceso, el comprador puede caer en la tentación de adquirir productos ultraprocesados u otros que no están previstos para su consumo pero que apetecen al momento.

Hay que evitar en todo momento aguantar la presión y no comprar con los ojos. Para lograrlo, no hay que ir al supermercado con prisas o con hambre, ya que de esta forma el carro de la compra será más costoso y al final de la semana o del mes el cubo de la basura estará lleno de alimentos desperdiciados ya que ciertos productos adquiridos no cuentan con la fecha de caducidad apta para su consumo.

Comparación

Este tercer consejo está más dirigido para aquellas personas que buscan reducir su gasto económico a la hora de comprar. Antes de hacerlo en el supermercado más cercano, es posible que otra cadena de supermercados cuente con los mismos productos pero a menor precio. Para conocer los precios, accede a las aplicaciones móviles y páginas web de los mismosy compara sus precios y consulta sus ofertas.

Una vez escogido el establecimiento, al momento de la compra, comprueba con detenimiento la fecha de caducidad de los productos expuestos, ya que es posible que sean diferentes. Escoge siempre aquellos que tengan la fecha de caducidad menos próxima al presente para que así su consumo sea apto durante más tiempo.

Organización

Tras adquirir los productos adecuados en el supermercado, toca organizarse en casa. Los armarios de la despensa y la nevera son los dos pilares a la hora de almacenar productos. En su interior, la colocación y organización es clave para un buen consumo y reducir el desperdicio alimentario.

Como consejo, hay que colocar los alimentos con la fecha de caducidad más próxima al presente más a mano, de forma que la tendencia a optar por estos productos sea mayor. Por el contrario, colocar los alimentos ultraprocesados y menos saludables al fondo del armario también ayuda para que sean menos accesibles y requiera de cierto esfuerzo consumirlos.

Segunda vida

En caso de elegir, es mejor que sobre comida en la cazuela antes que en el plato. Para evitarlo, sirve en los platos comida en pocas cantidades para que, en caso de querer más después, se pueda optar a repetir y no quede nunca comida en el mismo.

Si la cazuela queda con algo de comida, ahí no hay problema, ya que dicha comida se puede guardar en la nevera para consumirlo al día siguiente o, en caso de ser creativo, mezclarlo con otros alimentos para comerlo de formas diferentes.

 
 
 
 
 
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2024-07-11T09:20:33+02:00
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