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El consejero de Seguridad ya alertó hace unos meses de un rebrote de la violencia urbana desde distintos grupos en las calles vascas. Lo dijo tras la trifulca que se desató en Gasteiz cuando una contramanifestación salió al paso de la visita de Falange y terminó encarándose a la Ertzaintza. Ahora, el foco del debate se ha centrado en Ernai, que ha cerrado una semana de acciones de protesta contra los símbolos españoles que la han llevado a arrojar pintura contra la sede del PP y a realizar una pintada en las escalinatas de la Casa de Juntas de Gernika. Bingen Zupiria terció este miércoles en este debate para dejar tres mensajes. Por un lado, le preocupa que se confundan los medios y los fines, porque le parece legítimo que haya jóvenes independentistas que quieran visualizar su ideología, pero otra cuestión es que cometan acciones que vayan en contra de las normas de convivencia o de las propias leyes. Esa reflexión hila con la segunda idea: Ernai ha denunciado su “criminalización”, pero Zupiria aclaró que quien comete un delito o rompe las normas se criminaliza él solo. Y, por último, frente a esta utilización del lenguaje, pidió “llamar a las cosas por su nombre”, también a EH Bildu, que “aspira a gobernar”.
Zupiria se expresó de esta forma en una entrevista en Radio Vitoria, tras la rueda de prensa de Ernai en la que no hizo ninguna autocrítica por los métodos que ha empleado en sus protestas y realizó un llamamiento para que otros jóvenes se unan a su “lucha”. Este movimiento se produce sin que EH Bildu haya llamado al orden a este colectivo, que son las juventudes de Sortu, el partido mayoritario de la coalición.
El consejero constató que estos hechos tienen que ver “con el modo de organización del conglomerado de la izquierda abertzale: EH Bildu, Sortu, Ernai, GKS...”. En este espectro ideológico, se está produciendo una pugna por el protagonismo y la capacidad de movilización en las calles y en el ámbito universitario. Pero también señaló “una confusión entre los medios y los objetivos”. “Esto no es algo nuevo en este país. Estuvo en el origen de ETA. No estoy comparando ni quiero decir que estemos en el origen de ETA. Pero la mayor parte de las causas que se defienden democráticamente son lícitas hasta que comenzamos a defenderlas usando métodos que cuestionan la convivencia y cuestionan las normas que hemos adoptado para convivir entre nosotros. Y lo que me preocupa de estos últimos acontecimientos es que haya grupos políticos que consideren que ante unas ideologías o ante la extrema derecha cabe incluso el uso de la violencia. Lo vimos el 12 de octubre en Gasteiz, donde hubo personas que justificaron su actuación incívica y violenta porque quienes estaban en frente eran fascistas. Ahí está el punto crítico. Que haya jóvenes que se consideran independentistas y quieran hacer valer su ideología y mostrárnosla me parece bien. Cuando empezamos a cometer acciones que ponen en cuestión las normas que nos hemos dado y el respeto a los demás es cuando entramos en un terreno peligroso”, aclaró.
"La medida está en si justificamos la violencia aunque sea pequeña"
Zupiria añadió que, dentro del conjunto de siglas de la izquierda abertzale, está “EH Bildu como coalición que aspira a gobernar este país” con un barniz más “institucional”, pero “dentro de ese mundo están Ernai y Sortu, que quieren combinar la actuación institucional con la movilización popular”, algo legítimo. Pero “la medida está en si justificamos o no el uso de la violencia aunque esta sea pequeña”. “Y no estoy acusando a Sortu ni a Bildu ni de utilizar ni de fomentar la violencia”, matizo, para añadir que sí les pide que sean críticos cuando hay violencia “aunque esta sea mínima o se producen acciones que atentan contra la convivencia”. Pidió “llamar a las cosas por su nombre” y no hablar de criminalización.