Unai Elgezabal (Urduliz, 25 de abril de 1993) está de enhorabuena. Ha conseguido por fin hacer la muesca que le faltaba en su destacada carrera futbolística, ascender a Primera División, después de que, a falta de la última jornada, el Levante Unión Deportiva se haya asegurado uno de los dos primeros puestos de ascenso directo.
El cuadro granota sumó el triunfo que necesitaba el domingo en Burgos, donde el central había militado las cuatro temporadas anteriores, en la primera de las cuales, con aquella burbuja jugada en 2021 y el triunfo final sobre el Bilbao Athletic en Almendralejo, supuso otro ascenso. El de la escuadra castellana a Segunda, procedente de aquella última Segunda B que, en plena pandemia, dio paso a la Primera RFEF tras la reestructuración habida.
Casualidades de la vida, este último éxito le ha llegado en el que fue su campo ejerciendo de incontestable líder de la zaga burgalesa. "Un sueño hecho realidad en El Plantío, que ya no es especial solo para mí, sino para todo el levantinismo" tras el gran gol marcado por su compañero Carlos Álvarez.
"Ha sido un año largo y duro pero muy felices de haber logrado ese ansiado ascenso" antes de recibir este domingo en el Ciutat de Valencia al Eibar, ya únicamente con el título en juego a la espera de ver qué otro club le acompaña en el máximo escalón sin necesidad de jugar los play-offs. La cosa está entre Elche, Mirandés y Oviedo.
"Por fin el trabajo da sus frutos"
El jugador se ha mostrado dichoso en los micrófonos de ONDA VASCA porque su actual club, con el que ha renovado automáticamente al lograr el premio del ascenso. Un Levante que "tiene un largo peso en Primera, y hemos tenido un claro objetivo desde el comienzo de temporada. Lo sucedido hace dos años ante el Alavés -con aquel penalti transformado por Asier Villaibre en el minuto 129- fue una tragedia y ahora la gente está ilusionadísima y contenta". Elgezabal comenta que ha resultado clave "relativizar ante las derrotas y las victorias con una forma de jugar, con mucho trabajo detrás y confiando mucho en el staff y el míster. Lo más importante ha sido el grupo, en todo momento priorizando lo colectivo a lo individual. Nos ha hecho ser un grupo muy fuerte".
Y, por supuesto, la felicidad le alcanza plenamente al dar el salto definitivo a Primera División. "Siempre he podido competir en Segunda y sueñas con competir en la élite, y por fin se ha hecho realidad tras muchos años de trabajo y esfuerzo, de llorar y de reír. Por fin el trabajo da sus frutos". Éxito que, le comenta a José Manuel Monje en 'La Movida Deportiva', tiene como gran culpable a Julián Calero, el único entrenador que ha tenido desde 2020, y que pidió a Elgezabal como primer fichaje de esta temporada nada más arribar a Valencia.