La intrusión fue en mayo y junio de 2021, hace un año. Y coincide en el tiempo con los indultos del procés. Ahí ya tenemos un hilo directo con los catalanes que han sido también espiados. Si ampliamos el margen, en aquellas fechas miles de personas llegaban a Ceuta sin que Marruecos lo impidiera. La coincidencia de fechas está ahí pero por ahora son sólo conjeturas. Hipótesis aparte, la situación es muy delicada y el desconcierto es absoluto. Lo único cierto es que si unimos esto a lo anteriormente conocido del caso Pegasus con los catalanes y el procés, este es el segundo capítulo de una rocambolesca historia de espías que, por desgracia, es inquietantemente real.
"Una historia inquietantemente real"
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