Un Baluarte de belenes

Existe un lugar en el que conviven en armonía San Juan de Gaztelugatxe, Santa María de Eunate, la pamplona de los años 50, Egipto y su Nilo, La Palma con ceniza de volcán y la desaparecida iglesia de Todoque, el palacio de Herodes o la ciudad submarina Fondo de Bikini, hogar de Bob Esponja. Y desde este sábado se puede visitar. Baluarte acoge la tradicional exposición de belenes y confirma que en Pamplona ya es Navidad. “La verdad es que están quedando unos belenes espectaculares”, reconocía Pedro Javier Martínez, presidente de la Asociación de Belenistas de Pamplona, la víspera de la inauguración, cuando en Baluarte se armaba el belén con los nervios previos al gran estreno.

San Juan de Gaztelugatxe, en un belén en el que también se recrea el Ayuntamiento de Bermeo. Unai Beroiz

Alrededor de 30 belenes de distintos tamaños y temáticas, abiertos y cerrados, conforman un recorrido en sentido cronológico; la visitación de María a su prima Santa Isabel, el empadronamiento en Belén, la huida a Egipto, etc. “Pretendemos no morir de éxito. Somos una asociación muy grande, se va rejuveneciendo y la gente que entra quiere trabajar. Hay que hacer hueco”, añadió Pedro sobre una familia que suma 670 socios, 200 de los cuales participan activamente en la exposición. “Es la cifra más alta que nunca hemos tenido”, dijo.

Entre los belenistas se encuentra desde hace media década Juan Jesús Alvira, de 73 años. “Siempre me han gustado las manualidades y el tema del belenismo, y una vez que me jubilé me metí de pleno”. En esta ocasión, su grupo se ha lanzado a reproducir la iglesia de Santa María de Eunate y el hospedaje para peregrinos, en el que Jesús y María buscan posada. “Queríamos hacer algo relacionado con el camino... a ver si resulta bien”, argumentaba, “contento” con el trabajo.

La iglesia de Santa María de Eunate, al detalle. Unai Beroiz

Jesús Mari Irisarri es otro apasionado de las manualidades “y como toda la vida he sido maestro, el destino era enseñar a hacer belenes. En cuanto aprendí un poco, a enseñar. Es un hobby al que le tienes que poner freno, porque engancha mucho”, comentó. Disfruta como el que más: “Muchos de los que después exponen han estado contigo en primero o segundo curso. Y es un orgullo ver que lo hacen mucho mejor que tú, que te han superado con creces”. “Aquí hay gente de muchas edades, es una forma de hacer relaciones sociales con gente con la que no coincidirías en ningún sitio, porque cada uno tiene su profesión, edad... es entretenido”.

Ana Ascunce se afanaba en llenar de trastos un belén cuyas calles emulan al mercado de Egipto. Alfombras, shishas, lamparitas... todas hechas a mano por su grupo, que lleva junto 6-7 años y, como los demás, empezó a pergeñar su belén allá por abril. Estos últimos días han estado “al borde de un ataque de nervios. Esto nunca se acaba, hubiéramos necesitado un mes más. Es como un cuadro, ¿cuándo lo acabas de pintar? Siempre te falta la última pincelada”, decía. Ellas han hecho la visita de la Virgen a su prima Santa Isabel. Se han basado en láminas orientales y han reproducido un Sabil-Kuttab, “casa que estaba destinada a dar agua dulce a los transeúntes y enseñanza elemental”. “Estamos muy a gusto en la asociación, hay muy bien ambiente, aprendemos unos de los otros y hay una competencia sana”, aseguró.

El belén del grupo de Ana Ascunce, ambientado en Egipto. Unai Beroiz

Dos belenes, frente a frente, representan el pasado y el presente. El de Fermín Macaya es un grupo peliculero que salió “de casualidad”. Un año se atrevieron con “una idea distinta, por cambiar un poco”, y un escenario de la Guerra de las Galaxias, después llegaron Hobbiton del Señor de los Anillos, el muro de Juego de Tronos y el comedor del Colegio Hogwarts de Harry Potter. Ahora han unido su pasión audiovisual con el clásico guiño anual a los más pequeños. El suyo es un nacimiento en el fondo del mar. “Hemos buscado algo que sea reconocible para los niños y para muchos adultos”.

Los personajes de Bob Esponja se han colado en los belenes de Baluarte Unai Beroiz

A Jesús Irigoyen, del mismo grupo, sus hijos le dicen “que estamos como cabras. Y cuando presentas esto como un belén, la gente dice, ‘esto no es un belén’. Sí, es un belén, un nacimiento. Ahí está el misterio, los reyes y los pastores con la anunciación del ángel. La ambientación pienso que la puedes hacer donde tú quieras. Un nacimiento en el Fondo de Bikini de Bob Esponja”. En las profundidades marinas también han dejado hueco para referencias locales, con una Policía Municipal y otra Foral que controlan el tráfico ante la llegada de los Reyes Magos.

Ya es Navidad en Fondo de Bikini. Unai Beroiz

Frente a este belén, Aitor Ortiz, su padre y su tío ultimaban una propuesta muy distinta a base de corcho, musgo y serrín, “materiales naturales a los que ahora mismo no estamos muy acostumbrados, pero antes hacían con lo que tenían. Hemos querido recuperar el belén clásico que se ponía en las parroquias en los años 50 y 60. Es el belén de los abuelos. Está conformado por unas figuras de principios de siglo pasado. Es un belén antiguo en homenaje a los inicios de los belenes, antes de que empezásemos a tallar piedras como locos”. Un homenaje “que se ha coronado este año con la declaración del Consejo de Ministros del Belenismo como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial”.

Silvia y Antonio, con sus dos hijos y dos integrantes de su grupo, frente a su belén. Unai Beroiz

Antonio Martín y Silvia Souto son un matrimonio, con dos pequeños de cinco y año y medio, que le araña horas al reloj para seguir con su afición. “No sería posible si no tuviéramos a los abuelos. Vamos turnándonos, uno va a la mañana, otro a la tarde...”, explicó él. “Nuestros hijos tienen muchas ganas de que acabemos el belén”, bromeó ella. Mientras tanto, terminaban de dar forma a un belén de estilo oriental en el que vale casi de todo. Desde rascadores de los chinos o cucharas para el café que hacen las veces de columnas, hasta una red para envolver el mango que embellece una cúpula. Imaginación al poder.

Desde 1953.

La Asociación de Belenistas de Pamplona, fiel a su compromiso de fomentar el belenismo, no ha faltado ninguna Navidad a su cita con los pamploneses desde 1953. Ni en los años de pandemia se suspendió la exposición.

Horarios.

Este viernes se ha celebrado la inauguración oficial para prensa y los propios belenistas. La exposición abre al público desde este sábado y hasta el domingo 8 de enero. En horario de mañanas (de 10.30 a 13.30 horas) y tardes (de 17.00 a 21.00 horas). Los días 24 y 31 se cerrará a las 19.00 horas.

Precio.

Las entradas, que solo se pueden adquirir en taquilla (sin venta anticipada) cuestan 3 euros para mayores de 14 años y 1 euro para las personas de entre 7 y 14 años. Gratis para menores de 7 años.

La Noche del Belén, el día 29.

Un año más, la Asociación de Belenistas de Pamplona se une a la iniciativa de la Federación Española de Belenistas para organizar La Noche del Belén. Se celebrará el jueves 29 y la exposición permanecerá abierta hasta las 23.00 horas. 

Demostraciones.

Durante la exposición se podrán ver demostraciones en vivo de cómo trabajan los belenistas. Varios socios constructores se irán turnando para enseñar a los visitantes cómo tallan, cortan y pintan, los distintos materiales que utilizan y otras variadas técnicas. Las demostraciones se ofrecerán desde el 19 de diciembre al 4 de enero, de 17 a 21.00 horas.

Visitas guiadas.

Del 12 al 23 de diciembre, en días laborables (de lunes a viernes). Dos turnos por las tardes, uno a las 18.00 y otro a las 19.00 horas. Las inscripciones deben realizarse a través del correo comunicacion@belenistaspamplona.es.

32.000 visitantes

Es el récord de asistentes a la exposición desde que se celebra en Baluarte. Este año se volverán a organizar las visitas guiadas a escolares. Ya hay cerca de un millar inscritos y la cifra suele acercarse a los 2.000.