Temor en la industria vasca por las consecuencias de la huelga del transporte

Incertidumbre y miedo en la industria vasca que a los elevados costes de la energía tiene que sumar ahora la falta de materiales derivada de la huelga del transporte por carretera. Son varias las empresas que están llevando a cabo paradas intermitentes debido a la situación actual.

La última, la CAF que mañana paralizará el grueso de su actividad ante la falta de suministros motivada por la huelga del transporte. La medida afecta a la parte de fabricación y acabado de los vehículos, en concreto, a las plantas que la empresa tiene en las localidades guipuzcoanas de Beasain e Irun.

Desde la empresa ha afirmado que la parada afectará a una "parte muy importante de la plantilla" y que los trabajadoes afectado deberán recuperar las horas. El comité de empresa, por su parte, considera que se trata de una decisión desproporcionada y estudia la posibilidad de acudir a los tribunales.

La CAF se suma a Sidenor que tiene dificultades de suministro. De momento no ha anunciado paros pero no descarta tener que hacerlo ante la complicada llegada de algunos materiales. 

Quien sí ha parado ha sido ArcelorMittal. Su planta de la ACB de Sestao vuelve ya a funcionar mientras que la factoría situada en Olaberria mantendrá paradas intermitentes, buscando las franjas horarias de menor coste energético.

Las dos grandes empresas de Alava, Michelin y Mercedes, siguen arrastrando la falta de semiconductores. En el caso de Mercedes Gastiez, la fábrica más grande de Euskadi, ha tenido que recurrir al ERTE por esa falta de chips y de hecho ayer y hoy mantiene parada su producción. Mientras, Michelin se vio obligada a parar los dos primeros fines de semana de marzo.

SEA, la organización empresarial alavesa, hizo público ayer el resultado de una encuesta realizada entre sus asociados que desvela que el 29% de las empresas de este territorio van a tener problemas a corto plazo por la dificultad de suministros, hasta el punto de detener la producción. Esa tasa se eleva al 38% en el caso de las sociedades industriales.