La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, aseguró ayer que “Escocia tiene lo que se necesita para ser un país independiente exitoso” pese a que en Reino Unido haya un Gobierno que busque para Edimburgo “un destino diferente”, acusando a Westminster de ser “el problema”.
“Sé que algunos ven la independencia como darle la espalda al resto de Reino Unido. No lo es: se trata de reformular nuestra relación como una de iguales”, ha explicado, agregando que este paso es “la mejor manera de proteger” la forma en la que surgió Reino Unido, que es “una asociación voluntaria de naciones”.
Sturgeon declaró en rueda de prensa que “la negación de Westminster de la democracia escocesa” y sus “ataques frontales” contra Escocia están causando “tensión”, así como desgastando los lazos entre las partes, según recogió el diario The Guardian.
La ministra principal de Escocia se refirió a los comentarios de la ministra británica del Interior, Suella Braverman, quien aseguró la semana pasada que su “sueño” y su “obsesión” era ver cómo un avión deporta hacia Ruanda a quienes piden asilo en el país.
“Mi sueño es que vivamos en un mundo donde aquellos que huyen de la violencia y la opresión sean compasivos y tratados como seres humanos”, detalló Sturgeon en una serie de críticas contra Reino Unido que también incluyó a la primera ministra, Liz Truss.
En este sentido, Sturgeon aseguró en rueda de prensa que Truss ha aumentado la brecha entre ricos y pobres, acciones que “aumentan la desigualdad”, al tiempo que la ha acusado de causar caos en los mercados.
“Los conservadores tardaron tres años darse cuenta de que Boris Johnson (el ex primer ministro británico) era un desastre. Con Liz Truss, tardaron solo tres semanas”, criticó la ministra principal escocesa, agregando que Westminster ha provocado “austeridad”, “dificultades” y pobreza”, según recogió la cadena BBC.
Finalmente, Nicola Sturgeon sentenció que “ningún Gobierno de Escocia jamás infligirá en el país un desastre de política tan inmoral y contraproducente”.
Tribunal Supremo
Mientras tanto, el Tribunal Supremo británico analizará entre hoy y mañana si el Parlamento escocés tiene competencias para convocar un referéndum de independencia en Escocia sin el consentimiento del Gobierno británico.
La abogada del Ejecutivo de Edimburgo, Dorothy Bain, pidió a la máxima instancia judicial del Reino Unido que determine ese cuestión constitucional, antes de que la ministra principal escocesa, la independentista Nicola Sturgeon, tramite ante su legislativo el proyecto de ley del Referéndum de independencia de Escocia.
Una sala de cinco jueces encabezada por el presidente, Robert Reed, escuchará los argumentos de las partes antes de pronunciar su dictamen, unas semanas después.
Además de Bain, participan en el proceso el abogado del Gobierno británico para asuntos escoceses, Keith Stewart, y Claire Mitchell por parte del Partido Nacional Escocés (SNP) de Sturgeon, aunque ella solo puede presentar sus argumentos por escrito.
Sturgeon quiere celebrar un referéndum de independencia el 19 de octubre de 2023, pero esta vez no cuenta con autorización.
Tramitación de la ley
La corte podría no pronunciarse
Argumento. La corte británica podría fallar a favor de alguna de las partes o incluso podría no pronunciarse, con el argumento, esgrimido por el Gobierno británico, de que es “prematuro” hacerlo, dado que Edimburgo no ha tramitado aún su ley. En las audiencias de esta semana, se espera que Londres argumente que, en base a la ley de Escocia de 1998, que puso en marcha el Parlamento escocés, solo el Gobierno y el Parlamento británicos tienen competencias sobre los asuntos que conciernen a la unión entre Inglaterra y Escocia, lo que incluiría un plebiscito de independencia. Edimburgo defenderá que puede consultar a los ciudadanos sin permiso de Londres.