Una vez más, Sánchez en estado puro. Después de una semana completa asegurando que no cedería a ningún chantaje -apuntaba al PP, pero pensaba en Junts-, frenó al borde del abismo. Pese a lo prometido, aceptaba trocear el decreto social y, de propina, también debatir sobre la iniciativa de los liderados por Puigdemont para que se someta a una cuestión de confianza. Para que la cosa pareciera un “ni pa’ ti ni pa’ mí”, las terminales monclovitas aseguraban que se avenía a que se debatiera la propuesta pero no a solicitarla él.
#CoaliciónNegacionista
El PSOE canta victoria
Desde Ferraz, sabedores de la importancia de colar el relato propio, corrieron a levantar los brazos para que el trágala pareciera el enésimo ejercicio de diálogo y tolerancia en pos del bien común. Por supuesto, poniendo cuidado en desviar el foco hacia PP y Vox (a Junts, ni tocar), acuñando un nuevo y efectivo modo de denominar a ambas formaciones. “La coalición negacionista hace más fuerte al gobierno progresista”, tiraba con bala dialéctica el amanuense del PSOE.
#LoQueTocaba
Yolanda Díaz reclama su trocito de gloria

Yolanda Díaz en Bluesky
Igualmente pasando por alto que apenas 24 horas antes había puesto a Marx por testigo de que al decreto no se le quitaría ni una coma, la vicepresidenta tercera y lideresa en la sombra de Sumar, Yolanda Díaz, reivindicaba su papel en el psicodrama. “Hoy en el gobierno hemos hecho lo que tocaba”, presumía en su cuenta de Bluesky.
#MariachisMediáticos
El PP aúlla por su derrota
Una vez comprobado que, de nuevo, su estrategia de atizar a Sánchez en la cara de los ciudadanos había mordido en hueso, el PP sulfuraba ante cualquier micrófono o cámara que le pusieran a tiro. Como complemento, sus incendiados portavoces aullaban su rencor y su impotencia a través de las redes sociales. Así, el siempre hiperventilado Rafa Hernando se desgañitaba: “Otra vez el ridículo”. Debía de referirse al de los suyos.
#JoderTienePremio
Rufián, nada convencido
El más madrugador en reaccionar al birlibirloque de Sánchez y Junts fue el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. “¿Y había que perder una semana para esto?”, se preguntaba. Él mismo contestaba que todo era “humo, pero humo que vende en Catalunya”. Y lamentaba el mal mensaje: “Joder a la gente tiene premio”. Da para pensar.