Polideportivo

La reivindicación de Carlos Sainz, del hospital a la victoria

El madrileño encabeza el ‘doblete’ de Ferrari en Australia, donde Verstappen sufre un abandono dos años después y alonso es octavo
Carlos Sainz celebra su victoria en el Albert Park de Melbourne.
Carlos Sainz celebra su victoria en el Albert Park de Melbourne. / EFE

Tras dos carreras disputadas y dos dobletes protagonizados por Red Bull, ambos con el mismo orden impuesto por la jerarquía de Max Verstappen sobre Sergio Pérez, el Gran Premio de Australia centraba sus miradas en un claro favorito. Sin embargo, el monoplaza que ha sentado una de las grandes épocas de dominación de la Fórmula 1 al fin mostró problemas de fiabilidad, lo que no sucedía con Verstappen desde hace casi dos años, y abrió la puerta a las novedades en el podio: Ferrari alcanzó un doblete que no se daba desde Bahréin 2022, con Carlos Sainz como autor de su tercer triunfo en el Gran Circo secundado por Charles Leclerc y Lando Norris.

Este golpe de autoridad de Ferrari, y especialmente del reivindicativo Sainz, quizá no cambie el parecer de que Verstappen se dirige hacia su cuarto título mundial, pero lo ocurrido en Albert Park sí siembra dudas en Red Bull, ese coche implacable que ha descubierto fisuras en su mecánica. En los primeros entrenamientos libres, el equipo austríaco se vio obligado a montar una nueva unidad de potencia después de que Mad Max dañara el propulsor al pasar con fuerza sobre un bordillo, a lo que se le restó importancia. En carrera, el neerlandés protegió su condición de poleman durante dos vueltas, sin alcanzar distancia de DRS sobre Sainz, hasta que el madrileño, que partió desde la segunda pintura, aprovechó las aspiraciones para colocarse en cabeza mientras Verstappen reportaba problemas: “Acabo de perder el coche. Ha sido realmente raro”. Era el anticipo de lo que estaba por suceder.

En el cuarto giro, el freno trasero derecho del Red Bull de Verstappen prendía fuego y se veía obligado a abandonar precisamente en el mismo escenario en el que lo hizo por última vez, el Melbourne, en 2022. “El freno trasero derecho siempre estuvo activado y eso causó el problema. Algo bloqueó la refrigeración de mi freno trasero derecho en la salida. Hubo sobrecalentamiento y los frenos se incendiaron. Es un deporte donde la mecánica juega su papel”, lamentó el ganador de las dos primeras citas del campeonato, que daba fin a una secuencia de 43 carreras consecutivas sin padecer problemas técnicos en las que amasó 35 victorias y 39 podios. Una barbaridad.

Con la pista libre, Sainz, que hace apenas dos semanas era intervenido de apendicitis y se perdía la carrera de Arabia Saudí, apeló a la épica y puso en pista toda la rabia que le pudo causar la noticia de su salida de Ferrari al final de la temporada para ceder su asiento a Lewis Hamilton. El Matador se mostró intratable. Del hospital a la gloria. Por de pronto y al igual que sucedió el año pasado, es el único piloto capaz de privar de la victoria a Red Bull. Sainz abrió una brecha de siete segundos respecto al segundo clasificado y gestionó el margen sin que nadie pudiera intimidarle. Controló la situación a su antojo. Salvo cambio dramático, una causa ajena como la ocurrida a Verstappen, nadie podía poner en peligro su hazaña, aún con las cicatrices de su intervención frescas en el abdomen.

"La vida es una montaña rusa"

“No sé si es la carrera perfecta, pero creo que he hecho todo lo que tenía que hacer”, expresó el vencedor, admitiendo por otro lado que el abandono de Verstappen fue una colaboración inestimable. “Obviamente Max ha tenido sus problemas, pero hay que estar ahí para que los tenga”, celebró. “La vida es una montaña rusa”, añadió. Este triunfo junto con el podio de Bahréin le confirman como el piloto más en forma en estos albores de la temporada después de los viajeros de Red Bull. Ferrari está más cerca de los coches energéticos de lo que lo estaba en 2023. Una prueba de ello fue la quinta plaza de Checo Pérez, que da humanidad al monoplaza de referencia de la F-..

Fernando Alonso, 20 segundos de penalización

Precisamente Hamilton vivió un fin de semana nefasto en Melbourne. No accedió a la Q3, salió undécimo y en la vuelta 17 se vio obligado a abandonar por un fallo en el motor. Esto provocó la aparición de un coche de seguridad virtual que benefició a Fernando Alonso, que había rodado en undécima posición y avanzó plazas. El asturiano terminaría en la sexta posición pero fue sancionado por conducción errática en la defensa de la posición ante George Russell. Según Dirección de Carrera, “levantó el pie del acelerador 100 metros antes de lo usual en el resto de la carrera” y provocó el accidente de Russell en la penúltima vuelta. La carrera terminó con el coche de seguridad en pista. Alonso fue octavo tras asumir una penalización de 20 segundos.

En cualquier caso, el Aston Martin volvió a demostrar a lo largo del fin de semana que es el quinto coche en el orden de la parrilla, lejos de cualquier expectativa que invitase al optimismo. “Hoy tuvimos suerte con la estrategia. No podemos esconder que nos faltó ritmo”, alertó Alonso. .

2024-03-25T08:43:02+01:00
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