Vida y estilo

¿Qué puedo hacer si mi periquito se ha escapado?

La fuga a la calle de un ave doméstica es un riesgo para el ave que debe ser evitado.
La fuga a la calle de un ave doméstica es un riesgo para el ave que debe ser evitado.

Tener un ave en casa como mascota es un clásico. Sus cantos y gorgojeos dan vida a un domicilio, son un acercamiento la naturaleza. Además, a medida que se convive con ellos, sus propietarios son conscientes de su inteligencia y de la compañía que ofrecen.

Por ello, verlos limitados a vivir en una jaula da cierta pena, por lo que hay quienes se plantean dejarlos libres por la habitación durante un rato, pero les da miedo que puedan escaparse de casa. No se trata solo del temor a que el hogar se quede sin uno de sus habitantes, que también, sino de los peligros que puede correr en un entorno desconocido y hostil.

Soltarlo por la habitación es una buena actividad para el pájaro, pero las primeras veces puede ser un poco estresante para el ave. Foto: Pixabay

Mejor prevenir

Para evitar que esto no suceda lo primero es tomar medidas preventivas.

Lo básico, lo primero es darle una vivienda adecuada y confortable. Esto significa de entada una jaula o aviario lo más amplio posible. Por supuesto, dependerá del espacio disponible pero hay que intentar que se pueda mover por su interior con la mayor comodidad posible. Además debe disponer de posaderos a distintas alturas, un dormidero, espejos, columpios y juguetes que le estimulen.

Aunque sea obvio, el pájaro debe tener a su alcance comida y bebida. De esta forma no sentirá la necesidad de ir a buscarla a otro sitio. Y si lo sueltas por la habitación, sabrá dónde puede encontrar comida, por lo que es más fácil que vuelva solo.

La jaula o el aviario deben colocarse de manera que tenga luz natura directa. Una ventana o una terraza son los lugares ideales que cuenta con una ventaja adicional, se ve el entorno y aprende a reconocerlo.

También es conveniente interactuar con el ave. Hablarle, cantarle, ofrecerle una rutina y unos sonidos que aprenda a conocer y a interpretar como seguros y familiares. Este el primer paso para empezar el entrenamiento que permita dejarlo volar por la habitación y por la casa.

Para personas muy previsoras, desde la web Misanimales sugieren tener preparado un kit para el caso de que la fuga se dé. En él incluyen una manta o un trapo ligero que sirva para echárselo por encima en caso de que no quiera volver o de que no se deje coger con la mano. Además, al quedar a oscuras se reduce su nerviosismo y más fácil manejarlo sin daño.

Nuestras aves deben ser capaces de reconocer al humano que vive con ellas para poder volver a casa. Foto: Pixabay

Elaborar una lista de personas que pueden ayudar a buscarlos. Agrupar su teléfonos para que los que pueden salga enseguida a buscarlo por la calle. Tener preparados algunos de sus juguetes y chucherías favoritas para poder atraerlo a un entorno seguro o incluso al interior de la jaula. De hecho, también recomiendas tener preparada una jaula de viaje que conozca para vaya él solo si hay que ir en su busca al exterior.

Tras la fuga

Cuando decidas dar el paso de sacarlo de la jaula para que vuele por la habitación es muy probable que en un principio se desoriente y se ponga nervioso, algo que dificultará que vuelva a su rincón. Por ello es importante el entrenamiento previo, que se haya acostumbrado a su humano y que confíe en él para convertirse en su referencia si necesita seguridad

Si el regreso se complica es hora de estrenar el kit, de echar mano del trapo para cubrirlo con él y cogerlo sin dañarlo.

En el caso de que salga de casa y logre llegar a la calle, el problema se agrava mucho. No es imposible recuperarlo, pero el riesgo de que desaparezca, sufra un daño irreparable y no vuelva es grande.

Es el momento de tirar de la agenda y convocar a los voluntarios. Establecer una red alrededor del punto de fuga para localizarlo cuanto antes y poder seguirlo si no permanece quieto.

Entre los consejos de la web Misanimales para este caso, recomienda que el propietario salga a la calle con alguna prenda muy colorida que permita al pájaro verlo y localizarlo. Por ello es importante que durante la búsqueda se hagan también los sonidos que el ave reconozca de sus momentos de seguridad.

Si lo has visto saltar por la ventana y marcharse, procura no perderlo de vista hasta ver dónde se posa. Es el momento de pedir ayuda para que alguien desde la calle lo vigile mientras vas con el kit de rescate. Así, si se mueve mientras llegas, puedes seguirlo.

Si pasa el tiempo sin localizarlo, habrá que pensar en difundir su desaparición con carteles y por la redes sociales. Además es muy conveniente hablar con los veterinarios de la zona, por si alguien lo encuentra y lo entrega allí.

Si es un ave exótica, ten sus papeles en regla y al día, así será más posible demostrar la propiedad. Además cuenta con un número identificativo en una anilla o en un chip con el que localizar su origen.

2022-04-12T17:26:03+02:00
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