Qué pasa si no desenchufo la nevera cuando me voy de vacaciones

Cuando nos marchamos de vacaciones, y más si lo vamos a hacer para bastantes días, es habitual tomar una serie de medidas en casa para evitar sorpresas desagradables a nuestra vuelta. Entre ellas está desconectar muchos de los electrodomésticos para evitar gastos innecesarios (incluso los que dejamos en stand by consumen el 10% de lo que gastan encendidos) y posibles averías. No tiene sentido tener muchos de ellos conectados 24 horas al día si no se les va a dar ningún uso al no estar en casa. Pero con algunos surgen las dudas, como sucede con la nevera. ¿Es mejor desconectarla o mantenerla encendida? La respuesta no es rotunda, y va a depender de lo que dejemos en ella y queramos conservarlo o no para su consumo a la vuelta de las vacaciones.

Supone el 30% del consumo

Hay que tener en cuenta que, al contrario de lo que sucede con otros electrodomésticos que funcionan sólo en el momento en el que los queremos usar, la nevera se encuentra trabajando sin descanso para mantener la temperatura interior, con lo que su consumo se dispara (se calcula que el del frigorífico puede representar el 30% del consumo total de los electrodomésticos), y más si se trata de uno de esos modelos combi, con frigorífico y congelador independientes.

De ahí que haya calcular lo que nos puede costar dejarla encendida durante todas las vacaciones y lo que perderíamos en productos que se echarían a perder si la apagamos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizó una estimación que afirma que un frigorífico con nevera y congelador consume al mes una cantidad de electricidad valorada entre 3,5 y 7 euros, dependiendo del tamaño del aparato.

Apagarla entera o a medias

Por lo tanto si queremos ahorrar ese dinero convendría dejarla apagada. Pero si tenemos dentro productos que valgan más que esa cantidad (suele pasar en los congeladores) y que pueden aguantar en buen estado durante nuestra ausencia quizá nos convenga mantenerla encendida. Eso sí, en ese caso los expertos recomiendan subir la temperatura del termostato para reducir el gasto.

También existe la opción de, en los frigoríficos con dos partes diferenciadas, dejar una enchufada y apagar la otra. En ese caso es imprescindible vaciar la parte que vayamos a apagar, sacar todos los alimentos que haya dentro y dejar la puerta entreabierta para evitar la formación de moho y olores desagradables. Puede ser un buen momento, aprovechando que se vacía, para limpiarla por dentro.