"Esta pandemia ha hecho se nos caigan las caretas a todos. Viendo el lento, casi parado, avance de la vacunación vamos a tener que asumir que todos esos que quedan sin vacunar no lo van a hacer. No se van a bajar del burro. Algunos seguirán con su erre que erre y su libertad individual. ¿Pero qué libertad individual? ¿Para prolongar la transmisión?; ¿para contagiar y contagiarse?; ¿para poner en riesgo la salud de otros, entre ellos el personal sanitario que tiene que atenderles?; ¿para aprovecharse del cortafuegos que les proporciona rodearse de gente sí vacunada? Ellos creen ser espíritus libres, nos miran a los demás como si fuéramos un rebaño, cuando en realidad ellos son rehenes de su miedo, de su ignorancia y sobre todo, de su cabezonería".
"¿Qué libertad individual? Son rehenes de su cabezonería"
