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¿Qué impacto tendría el ascenso del Bilbao Athletic a Segunda División?

'Play-off' de ascenso a Segunda División
Joseba Etxeberria da instrucciones en Lezama durante el entrenamiento de ayer miércoles.

EL Bilbao Athletic, al igual que el Amorebieta, busca un apetitoso ascenso a Segunda División que en el caso de los cachorros supondría regresar a la categoría de plata seis años después. El impacto de tamaño logro sería mayúsculo para el club rojiblanco, con el factor de la formación de los pupilos de Joseba Etxeberria en primer plano a la hora de analizar un éxito que tomará cuerpo si los bilbainos superan el domingo al Burgos en el estadio Francisco de la Hera de Almendralejo a partir de las 20.00 horas. Cuatro exrojiblancos con variadas experiencias en Segunda como Javier Irureta (Irun, 1948), Manu Sarabia (Abanto, 1957), Julio Salinas (Bilbao, 1962) y Sergio Corino (Bilbao, 1974) hincan el diente a dicha cuestión, compartiendo la idoneidad de competir en la división de plata siempre que "no se altere el ciclo natural de formación de los jugadores, porque el primer objetivo o la obsesión del Bilbao Athletic no tiene que ser estar o mantenerse en Segunda, sino formar futbolistas para el primer equipo", subraya a su entender Sarabia.

El de Abanto, sabedor de que pasar a competir en el fútbol profesional significa "jugar a otro nivel, porque la exigencia es mayor", expone que en su opinión ese salto solo resultaría negativo "si el ascenso, que ojalá se consume, va a suponer tener jugadores que no van a servir para el primer equipo quitando el sitio a otros que sí tienen proyección". "La Segunda División es muy exigente, porque el fútbol ha subido de nivel y muchos futbolistas que antes jugaban en Primera ahora juegan en Segunda, lo cual hace que suba el nivel de la categoría, como también lo va a hacer la nueva división que se ha creado. Cada vez que subas un escalón, la dificultad será mayor y a unos les vendrá bien y a otros no", comparte asimismo el que fuera exjugador del primer equipo del Athletic y entrenador del Bilbao Athletic en la recta final del curso 1994-95 y en la temporada 1995-96, en la que los cachorros descendieron a Segunda B.

Cuestionado por dicha experiencia, Sarabia, a quien le ayudó "muchísimo" su cesión a un Barakaldo de plata en el ejercicio 1977-78, apunta que "el trabajo que hice en todos los años que estuve en la formación, desde el Juvenil hasta el Bilbao Athletic, fue con el objetivo de formar jugadores para el primer equipo compitiendo también en el día a día para jugar bien, que los futbolistas mejoraran y ganar, pero aquella temporada del descenso fue muy especial y con muchos condicionantes". En Segunda, con el Sestao, ejerció también de entrenador Irureta entre 1985 y 1988 tras conseguir el ascenso en la campaña 1984-85. "Hubo muchos traspasos en aquella época, pero a nuestros jugadores jóvenes les vino muy bien competir en Segunda para trabajar duro y tener una máxima exigencia en todo", asegura el irundarra, quien pone el foco en que "no es lo mismo la Segunda B que la Segunda A, donde compites contra muchos equipos y jugadores que proceden de Primera".

20/05/2021