Política

PNV y PSE acuerdan una posición conjunta sobre el macrocentro de refugiados

Presentan una enmienda en el Parlamento que aboga por impulsar "un modelo vasco", que Andueza niega
El lehendakari, Iñigo Urkullu, con el secretario general del PSE, Eneko Andueza, y la vicelehendakari Mendia
El lehendakari, Iñigo Urkullu, con el secretario general del PSE, Eneko Andueza, y la vicelehendakari Mendia

PNV y PSE han logrado lo que parecía imposible tras semanas de alto voltaje. Han acordado una posición conjunta, una enmienda en el Parlamento Vasco sobre el macrocentro con 350 plazas para refugiados que el Gobierno español ha impulsado en contra del criterio de las instituciones lideradas por los jeltzales, y que el PNV ha rechazado porque choca con el modelo vasco de acogida en comunidad, personalizado, y en recursos de tamaño más reducido. El PSE, por su parte, había acusado de xenofobia a los jeltzales y había negado la existencia de un modelo vasco propio. Pero los dos partidos que integran el Gobierno de Urkullu han realizado un esfuerzo de consenso para afrontar el pleno de este jueves en el Parlamento. Acudirán con una enmienda a la totalidad, frente a las mociones de Elkarrekin Podemos-IU (que los acusa de promover un debate electoralista y exige impulsar un documento sobre el modelo vasco) y PP+C's (que pide constituir una mesa de diálogo entre gobiernos).

El texto de PNV y PSE reconoce que hace falta reforzar la "capacidad institucional" para acoger a las personas, pero pone en valor el modelo que habían defendido los jeltzales, basado en "el potencial integrador de la sociedad vasca y de su tejido asociativo para afianzar una integración cívica adecuada", lo que parece una referencia al modelo actual en colaboración con Zehar Errefuxiatuekin, Cáritas y otras asociaciones. ¿Quiere esto decir que se reconoce la existencia de un modelo vasco? El modelo vasco, cuya existencia defiende el PNV, aparece citado de manera expresa. Pero se ha acordado una redacción lo suficientemente ambigua como para contentar a las dos partes, que han hecho un esfuerzo desde el primer momento para reconducir sus posiciones alejadas.

En concreto, el punto dos asegura que el Parlamento Vasco "se reafirma en la definición e impulso de un modelo vasco de acogida en colaboración con el Gobierno del Estado". Se habla de "un" modelo vasco, y no de "el" modelo, lo que puede valer para reconocer que existe ya ese modelo, pero también para negarlo y sostener que se debe trabajar en él para que sea posible su existencia en el futuro. En cualquier caso, al margen de estas disquisiciones lingüísticas, la virtud que puede tener este consenso para ambas partes es que se apuesta por un modelo propio. Es más o menos la solución de consenso a la que había llegado ya el Gobierno vasco, cuando puso en valor que ambos partidos coinciden en la necesidad de acoger a las personas que buscan ayuda, y en solicitar la transferencia de la competencia al Estado, todo ello, para desescalar la tensión pública.

Es probable que el centro se acabe construyendo porque el Gobierno español ha abierto ya el concurso de licitación y no quiere dar marcha atrás, pero se han lanzado algunos globos sonda que parecen indicar que su gestión será acordada con el Ejecutivo vasco. En cualquier caso, esto es un futurible, porque todavía no hay acuerdo sobre este centro ni sus plazas, aunque se ha convertido en un asunto muy delicado para los socialistas por la incomprensión de los vecinos y las dudas del tejido asociativo. El Gobierno vasco sí coincide con el español en que hacen falta más plazas, pero plantea repartirlas de otra manera. Este acuerdo de PNV y PSE desactiva a la oposición, que pretendía hurgar en esta desavenencia y presentar al Gobierno como la casa de los líos en materia de acogida.

La enmienda

En su redacción literal, la enmienda a la totalidad dice en su primer punto que "el Parlamento Vasco insta al Gobierno vasco a que persista en el objetivo de robustecer el modelo de integración de la población acogida a la protección internacional y que, para ello, refuerce la capacidad institucional y desarrolle el potencial integrador de la sociedad vasca y de su tejido asociativo para afianzar una integración cívica adecuada". En su segundo punto, "se reafirma en la definición e impulso de un modelo vasco de acogida en colaboración con el Gobierno del Estado".

El enredo del pabellón en Irun

Este mismo miércoles, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, ha continuado azuzando el fuego. Ha negado en Onda Vasca que exista el modelo vasco, ha dicho que la competencia es del Gobierno español, y que no se puede apelar siempre a la buena voluntad de las familias vascas para acoger a las personas en pisos. Puso en valor el modelo del centro de 350 plazas en Gasteiz frente al "pabellón" en Irun, pero se da la circunstancia de que ese pabellón es también del Estado (el albergue de Hilanderas se ha ampliado al pabellón 55 del polígono industrial, y sirve además para migrantes en tránsito y no para refugiados, algo que choca porque el propio PSE había acusado al PNV de confundir el concepto de migrantes y el de refugiados).

"¿Es mucho mejor un modelo de acogida en el que se utiliza un pabellón en Irun para acoger a la población migrante o refugiada? ¿Ese es el modelo que vamos a ofrecer a la gente que huye de la guerra? ¿O es mucho mejor un centro en el que se les pueda dar formación profesional de manera individualizada y vivir en condiciones dignas? No hay color. Nuestro modelo es el que aplica el Gobierno de España. Cuando se quiera, hablamos del modelo vasco de acogida, que no existe, por mucho que se diga", dijo.

2023-02-16T15:38:07+01:00
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