"Hay que decidir si se mantiene con el controvertido pasaporte covid que en parte ha cumplido con su función real que no era otra que obligar a la vacunación a no pocos rezagados. En eso ha sido efectivo pero hay que reconocer que ahora en muchos sitios ni se pide. Hay que decidir por ejemplo si se recupera la competición en el deporte escolar, es un clamor de federaciones, instituciones, familias, centros porque un crío se puede contagiar lo mismo entrenando que en un partido. Normas sí pero no cualquier norma que no evita el contagio y que lo único que hace es desanimar al personal que lleva dos años cumpliendo escrupulosamente con lo que se le dice que tiene que hacer. Normas sí pero no cualquier norma que sólo da alpiste a los 'antitodo'. No cualquier norma como dejar consumir en un bar sentado pero no de pie como si el virus distinguiera. No cualquier norma como la mascarilla en la calle, una medida puramente estética y homeopática contra el virus. La ciudadanía sí entiende y sí acepta las normas coherentes. Las absurdas o sin base científica son las que enfadan y encienden a la gente. No agotemos más a la población. El sarscov-2 es un virus que se contagia en interiores. Mascarilla, distancia, espacios ventilados y de extra la vacuna. Esta es la fórmula más eficaz, más efectiva y más segura".