La dermatóloga y divulgadora Ana Molina ha compartido en su cuenta de Instagram un mensaje claro y respaldado por la ciencia: subir escaleras es uno de los gestos más sencillos y efectivos para cuidar la salud. En su vídeo, la doctora recuerda que este pequeño esfuerzo diario tiene un impacto directo en la longevidad y en el bienestar general.
“¿Cuántas escaleras subes al día? Ese número dice mucho más de tu salud de lo que imaginas”, afirma, citando estudios publicados en el European Heart Journal, que revelan que subir entre 50 y 100 escalones al día (equivalentes a unos 4 o 5 pisos) puede reducir hasta un 20% el riesgo de mortalidad cardiovascular. Según explica, cada tramo de escaleras fortalece el corazón, mejora la capacidad pulmonar y contribuye a mantener un peso saludable. “Cada vez que subes escaleras, estás sumando minutos de vida”, señala la dermatóloga.
“Declárale la guerra al ascensor”
Ana Molina propone un reto: cambiar el ascensor por las escaleras. “Te propongo declararle la guerra al ascensor. Busca siempre las escaleras y si llegas a un edificio o un hotel donde no las encuentres, protesta”, afirma con tono reivindicativo. Considera que deberían ser visibles, accesibles y agradables de usar, en lugar de estar escondidas “detrás de una puerta gris”.
Ascensor junto a una vivienda en un bajo.
Molina recuerda que incluso quien sube más de 500 escalones al día está haciendo un mini maratón por su salud, fortaleciendo músculos, huesos y sistema cardiovascular. En sus palabras, “los pequeños gestos que elevan el cuerpo también elevan la vida”.
También se nota en la piel
Además de los beneficios para el corazón, Ana Molina destaca un efecto menos evidente pero igual de importante: subir escaleras mejora el aspecto de la piel. “Lo que haces por tu corazón también se nota en tu piel”, asegura. Al moverse, el cuerpo aumenta la oxigenación y la microcirculación, favoreciendo que la piel reciba más nutrientes y elimine toxinas con mayor eficacia.
Piel con efecto cristal