Política

Montero se aviene a "corregir" los PGE en virtud de la "agenda vasca" del PNV

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, saluda a la diputada del PNV, Idoia Sagastizabal, ayer jueves en el Congreso.
La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, saluda a la diputada del PNV, Idoia Sagastizabal, ayer jueves en el Congreso.

En la jornada en que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022 superaron su primer escollo parlamentario con el rechazo de los vetos presentados por la oposición, el PNV lanzó una advertencia al Gobierno de Pedro Sánchez, que de inmediato recogió el guante. "No podemos dejar pasar este tren pero aún nos falta un buen trecho por recorrer" porque las Cuentas "tienen margen de mejora", avisó de entrada la diputada jeltzale Idoia Sagastizabal, en alusión a la necesidad de elevar las inversiones en Euskadi. Moncloa se avino a corregir el escenario bajo la confianza, y "plena disposición", de que finalmente llegará a un consenso con su "socio prioritario", aventuró la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, quien ilustró así la relación: "Son duros en las negociaciones y, aunque nos cuesta tiempo en llegar a acuerdos, nos entendemos bien". La dirigente nacionalista puso el foco en la "agenda vasca" y las "nuevas inversiones transformadoras", que quedan "relegadas" en el texto actual, incluidas las cifras de ejecución, sobre todo en infraestructuras ferroviarias o aeroportuarias.

Sagastizabal defendió unas Cuentas "expansivas" a sabiendas de que el diálogo será "más necesario que nunca" y a la espera de rubricar pactos "amplios", como ha sucedido con la "gestión integra" del Ingreso Mínimo Vital (IMV), esta vez a través de las enmiendas parciales. "El PNV tiene un objetivo claro y prioritario: la defensa de los intereses de Euskadi en Madrid. Pero la verdad es que estos Presupuestos no le dejan a ustedes en muy buen lugar", precisó la jeltzale, aunque Montero persistió en agradecer la capacidad negociadora y el talante constructivo de los nacionalistas, que "posibilita los avances y construcción de propuestas que puede ser que a priori no estuvieran bien delimitadas en los PGE". "Serán los primeros en ser escuchados para que, a ser posible, podamos llegar a acuerdos en la línea que ustedes marcan", les transmitió la ministra.

En este contexto, el PNV admitió que las previsiones económicas del Gobierno de coalición están sujetas a riesgos como la inflación o los problemas de suministro, si bien apeló a "huir de pronósticos catastrofistas" y recordar que "la economía está creciendo". Sí mostró su preocupación en torno a la capacidad de ejecución de los fondos europeos y que los proyectos estén más dirigidos a la cohesión que a la transformación económica. Asimismo, los jeltzales emplazaron a planificar una corrección del déficit público y a un "debate serio" sobre la fiscalidad, ya que aunque "una bajada de impuestos es a todas luces inviable", ahora tampoco es el momento de bajarlos.

Bildu y la reforma laboral

El Ejecutivo lo tendrá más difícil con EH Bildu, que exige una derogación al completo de la reforma laboral. Su portavoz económico en el Congreso, Oskar Matute, exigió apuntillar todos los aspectos lesivos para los trabajadores de la legislación laboral aprobada por el PP y le alertó de que, si apuesta por una mera reforma parcial de la misma, no solo perderá el apoyo de los grupos de izquierda que le sostienen, sino también las elecciones, y será el "único responsable de que gobierne la derecha". La coalición soberanista se abrió también a la entente pero siempre que se mejoren las condiciones sociales y laborales de la ciudadanía vasca y de la clase trabajadora de todo el Estado. "Esa y no otra es nuestra meta en esta negociación", enfatizó Matute replicando a quienes, basándose en palabras del líder de Bildu, Arnaldo Otegi, dan por hecho que la coalición apoyará los Presupuestos también en su votación final a cambio de la excarcelación de presos. "Nosotros no valoramos las palabras, sino los hechos, no bastan las promesas, queremos acciones", remató, reclamando una intervención pública "más decidida, fuerte y sostenida" para poner fin al actual modelo económico, tanto desde los Presupuestos como con otras leyes. Por ello, demandó una reforma fiscal profunda con más impuestos para los que más tienen y apostilló que no aceptarán recortes en las pensiones. "No se la jueguen, cumplan su palabra y a todos nos irá mucho mejor, incluidos ustedes", zanjaron desde Bildu.

Tampoco Esquerra dio un cheque en blanco, especialmente a la parte socialista del Gobierno, recordándole que les necesitan también para agotar la legislatura. "Y no sé si les queda más gasolina en los motores para tanto viaje; calculen bien sus fuerzas", deslizó el portavoz republicano, Gabriel Rufián, en tanto que "no se puede gobernar contando solo con el miedo" que genera la alternativa de la (ultra)derecha. ERC arrancó el compromiso de ejecutar todas las promesas y partidas pendientes de las Cuentas vigentes y que la nueva Ley Audiovisual se pactaría con ellos e incluirá una cuota mínima de producción en catalán, euskera y gallego. Aprovechó además para defenderse de las críticas de Junts y la CUP: "Quien califique esto de inutilidad o de hacerlo a cambio de nada hace mucho que se sienta en un escaño, que se mueve en coche oficial o que vive en Twitter".

En conjunto, PSOE y Unidas Podemos pusieron valor el proyecto, que el socialista Héctor Gómez espera que impulse la recuperación económica, con especial atención al tejido productivo, pensionistas y jóvenes. Desde la marca morada, el portavoz Jaume Asens aplaudió a quienes "han optado por avanzar" y consideró que estos Presupuestos son "el mejor ejemplo de que la coalición está en plena forma", al tiempo que funcionan como "cordón sanitario" contra Vox.

El pp habla de "chantajes"

Por contra, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, subrayó que las Cuentas se basan en "una gran mentira" y solo dan respuesta a las "aspiraciones y chantajes" de los socios del Ejecutivo. A su juicio, solo los populares ofrecen una "alternativa" basada en "un modelo donde caben todos" y "no el chantaje a cambio de los votos". El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, se quejó en la misma línea porque los soberanistas son "insaciables", insaciables a su entender "en proteger a los terroristas condenados y en la humillación continúa a las víctimas". Desde Vox, Iván Espinosa de los Monteros reprochó a Sánchez que las previsiones en las que se basan los PGE son "absolutamente desmesuradas de origen" al tiempo que censuró que sean "los más gastones".

2021-11-05T06:30:46+01:00
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