"Me he reunido con Otegi por la Ley de Educación antes y después del 3 de octubre"

¿Hubo alguna oferta ‘in extremis’ a Bildu para mantenerla dentro del consenso de la Ley de Educación con un decreto paralelo, o ustedes llegaron a la conclusión de que había tomado la decisión política de rechazar el proyecto por la presión sindical? ¿El PNV no llama a Bildu desde el 3 de octubre como dijo Ikoitz Arrese en comisión?

Hemos conducido este proceso tratando de mantener el máximo consenso. En el año 2018 firmamos Heziberri, aprobamos posteriormente PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos una proposición no de ley sobre modelos lingüísticos; y el 7 de abril del pasado año suscribimos el pacto educativo. El proyecto de ley que aprobó el Consejo de Gobierno por unanimidad recoge con lealtad los contenidos de ese pacto. En concreto, con EH Bildu, hemos trabajado con gran intensidad para lograr el acuerdo. Le puedo decir que yo personalmente me he reunido con los máximos dirigentes de EH Bildu, incluido Arnaldo Otegi, desde el inicio de la tramitación, antes y después del 3 de octubre, para tratar de mantener el acuerdo en torno a la Ley de Educación. La decisión de EH Bildu es claramente una decisión política. Como lo ha sido con la Ley de Salud Pública.

¿Bildu rechaza la ley por el temor a que siga un modelo A que no elige ni un 5% de la población y que, además, va a evolucionar?

EH Bildu ha firmado el pacto educativo, ha realizado sus aportaciones, no ha presentado enmiendas de totalidad y ha rechazado las que se han presentado. Además, EH Bildu sabe perfectamente que los modelos lingüísticos no están recogidos en el articulado de la Ley de Educación, sino en la Ley del Euskera y el Decreto 138/1983. Ahora, EH Bildu ha cambiado y rechaza la ley. Quizás sea que en su reflexión política de cara a las próximas elecciones consideran que les es más rentable un no que un sí o una abstención. Quizas sea alguna otra razón desconocida. No sé si es también una forma de seguir manteniendo la ficción ante su electorado de que EH Bildu sigue siendo una opción política que en Euskadi prima discursos identitarios que en Madrid no prioriza. 

¿Cómo explicaría usted qué son los proyectos lingüísticos a una familia que no tenga muy claro si siguen o no los modelos A, B y D, y qué herramientas de refuerzo de aprendizaje del idioma habrá?

La gran aportación de esta ley es todo su verdadero contenido y el objetivo del proyecto, porque todo el alumnado tendrá que dominar las dos lenguas oficiales (euskera y castellano con capacitación de B2) y, además, una tercera al acabar su educación (con B1). Serán los propios centros los que decidirán su proyecto lingüístico para garantizar ese aprendizaje. Por su parte, el Departamento tendrá que disponer los medios necesarios para que el nivel de conocimiento que se establece por ley se cumpla.

¿Es verídica la acusación que le hace Bildu, que lo culpa a usted en persona y dice que usted, al que se refiere como un agente ajeno a la negociación, impuso al PNV pactar la ley con el PSE e introducir la alusión a los modelos lingüísticos?

La educación es una prioridad en nuestro proyecto y llevamos muchos años trabajando por el consenso. Ha sido un proceso participativo, abierto y constructivo, en el que han tomado parte la comunidad educativa y los grupos parlamentarios. Todos ellos lo han hecho con gran generosidad y altura de miras. Todos los proyectos de ley responden a un Gobierno de coalición. Siempre me he implicado, ya sea con el Departamento correspondiente, como con los grupos parlamentarios. En lo que al proyecto de Ley de Educación respecta, estos años he mantenido muchas conversaciones y reuniones de trabajo con responsables políticos de EH Bildu y de Sortu, incluido Arnaldo Otegi. Todos ellos saben cuál ha sido mi deseo desde el primer momento: alcanzar un acuerdo lo más amplio posible en favor de la educación.

¿Pero usted considera un fracaso que EH Bildu no apruebe esta ley?

De ninguna manera. El grado de acuerdo alcanzado ha sido altísimo, incluyendo los 101 artículos de la ley. Tras tantos meses de trabajo, no está justificado que Bildu pase del sí al no por una cuestión que no corresponde a esta ley, sino a la Ley del Euskera. En cualquier caso, esta ley tendrá un respaldo parlamentario plural, así como de muchos actores de la comunidad educativa que han participado en el proceso y, desde luego, supondrá una gran aportación a la mejora de la educación. Esto es lo importante.

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