Marian García y Gema Herrerías: "En la rutina de belleza no puede faltar un Brad Pitt por la noche"

¿Funcionan las cremas antiarrugas?

Gema Herrerías —Claro que sirven, pero hay que ser conscientes de las limitaciones que tienen los cosméticos. No podemos pretender que nos borren una arruga o una mancha, pero sí nos van a mejorar la arruga o a aclarar la mancha.

Nada de hacer caso a la publicidad donde salen chicas de 30 anunciando cremas para las de 50.

Marian García —Cada vez que un fabricante dice que "ocho de cada diez mujeres afirman que han sentido la piel más tersa", hay que explicar la diferencia entre un estudio subjetivo porque son personas a las que se les ha dado a probar un producto y subjetivamente han declarado sentirse así. Eso no significa que se haya hecho un estudio de eficacia midiendo si realmente han disminuido las arrugas o no. Explicamos los distintos estudios para que cuando vean esos reclamos de marketing, sepan lo que significan realmente.

Y cuando la OCU dice que la mejor hidratante del mercado es una que vale cinco euros de una conocida marca valenciana, ¿les creemos?

M.G. —Hablamos también del precio de los cosméticos. Porque la pregunta del millón es si hay que gastar mucho dinero, o si los cosméticos de marca blanca son igual de eficaces. Es verdad que puede haber una buena hidratante por cinco o seis euros, pero en el libro explicamos qué vas a conseguir, y que no va a tener nada que ver con una crema hidratante que incluya ingredientes más concentrados. Las cremas que valen 200 euros, aparte de su eficacia, cuestan eso por un tema de marketing, de las actrices que han contratado para la publi, del envase, del brilli brilli... y hay que tenerlo en cuenta.

Igual no miramos la etiqueta y nos cegamos por la publicidad.

G. H. —Nuestro objetivo es enseñar a cualquier persona que no sea química o farmacéutica a entender la importancia de los ingredientes. A veces es un problema de salud porque igual las personas tienen una alergia y es importante que verifiquen en la etiqueta que no tiene esos componentes que les puede producir una dermatitis.

Hay cosméticos de primera categoría y luego están los secundarios.

M. G. —Comparamos la formulación de un cosmético con una película. Y en una peli tenemos protagonistas y secundarios. En los protagonistas tenemos desde la sonrisa de Julia Roberts, que es la vitamina C, o Santiago Segura que es el ácido hialurónico porque puede aumentar varias veces su volumen como hace él en las pelis. Pero también tenemos activos muy potentes, el ácido glicólico que es Thor, o retinoides como Brad Pitt que es uno de los protagonistas favoritos en todo el mundo. Y en la rutina de belleza, y por la noche, no puede faltar Brad Pitt. Pero también tenemos los figurantes que son los perfumes o los colorantes que dan ambientillo al film. Lo importante es que haya un buen formulador que sepa combinar los ingredientes en su punto exacto.

Ustedes comparan las tortugas ninja con los filtros solares.

M. G. —Es que no es lo mismo un protector solar que nos defienda del los rayos ultravioleta B, que de otras radiaciones como los ultravioleta A, o los infrarrojos. Y dependiendo del tipo de piel, también es interesante que estén en el cosmético. Porque no es lo mismo una tortuga ninja luchando contra los malos que cuatro tortugas ninja. Eso también justifica que un protector solar pueda costar 15 euros o cueste 40.

Y es imprescindible usarlos aunque sea invierno.

G. H. —Son importantísimos e imprescindibles porque las radiaciones incluso atraviesan los cristales cuando estamos dentro de casa.

¿Alteran las redes sociales las reglas de la cosmética con los consejos de las 'influencers'?

G. H. —Está cambiando con tendencias absurdas y contraproducentes. Hablamos, por ejemplo, del slugging que es aplicar vaselina encima de la rutina diaria. Sin embargo, la vaselina es muy oclusiva y, a priori, en una piel seca parece que la hidrata más, pero a largo plazo provocará deshidratación. Y en una piel grasa es muy mala idea porque vas a tener seguro acné.

M. G. —Luego hay otras tendencias como el Skin fasting o ayuno cutáneo, que asimilan el ayuno intermitente de la alimentación al ayuno de cosméticos. Pero es que tu piel no necesita descansar de los cosméticos, y estar tres días sin echar nada a la cara, es un delito. Antes esas cosas caseras, esas mascarillas con azúcar y eso, las hacía tu vecina y no pasaba nada pero ahora el problema es que un youtuber o un ticktoker consigue hacerlo viral y el alcance es más grave.