Los pueblos medievales más bonitos para ver en Álava

Álava es un auténtico tesoro por descubrir. Más allá de Vitoria, es un territorio que guarda en su interior una colección de pueblos medievales que parecen haberse detenido en el tiempo. Entre paisajes de montañas, bosques y viñedos, estos pueblos cuentan con un mágico paseo por la historia, la arquitectura y las tradiciones de épocas pasadas.

El encanto del medievo

Acompáñanos en este recorrido por los pueblos medievales más bonitos de Álava, donde el pasado cobra vida en cada rincón empedrado.

Laguardia

Laguardia es, sin duda, uno de los pueblos más representativos de nuestra tierra y un imprescindible para los amantes de la historia y el buen vino. Situada en el corazón de la Rioja Alavesa, esta villa medieval está rodeada por murallas del siglo XIII que protegían sus calles estrechas y empedradas.

Caminar por Laguardia es como adentrarse en un cuento medieval: casas señoriales, bodegas subterráneas y la impresionante Iglesia de Santa María de los Reyes, famosa por su pórtico.

Salinillas de Buradón

A escasos kilómetros del Ebro, nos encontramos con Salinillas de Buradón, un concejo de Labastida. Es un lugar amurallado que conserva todo el encanto de su origen medieval. Fundado en el siglo XIII, su nombre se debe a las salinas que antiguamente se explotaban en la zona.

El tranquilo ambiente de Salinillas de Buradón, junto con sus vistas panorámicas de la Rioja Alavesa, lo convierten en un lugar ideal para un paseo relajado entre historia y naturaleza.

Peñacerrada

Otro pueblo que merece una visita es Peñacerrada o Urizaharra, conocido por su ubicación estratégica sobre una peña que le dio su nombre. Fundada como villa en el siglo XIII, su entramado urbano aún conserva gran parte de su estructura medieval original. 

Sus calles empedradas están flanqueadas por casas de piedra con escudos nobiliarios, y en su plaza principal se alza la imponente Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, con una magnífica portada gótica.

Peñacerrada-Urizaharra (Álava) Fotoquintas DNA

Antoñana

Ubicado en la comarca de la Montaña Alavesa, Antoñana es un concejo de Kanpezu que conserva su trazado medieval y su tradición artesanal. Fundado en el siglo XII, Antoñana cuenta con una estructura amurallada que todavía es visible en varios puntos del pueblo.

Destaca su Iglesia de San Vicente Mártir y el antiguo lavadero, donde todavía se pueden ver las antiguas piedras utilizadas para lavar la ropa.

Labraza

Si hay un pueblo que destaca por su carácter medieval es Labraza, una joya amurallada que ha sido galardonada en varias ocasiones por la excelente conservación de su patrimonio. Labraza, situada en la frontera entre Álava y Navarra, fue una importante fortaleza en la Edad Media, y sus murallas defensivas, que datan del siglo XIII, están excepcionalmente bien conservadas.

En 2008, Labraza fue premiada como "La mejor ciudad amurallada del mundo" por la prestigiosa organización internacional 'The Walled Towns Friendship Circle'.

Elciego

Aunque más conocido por sus bodegas, como la de Bodega Marqués de Riscal diseñada por Frank Gehry, Elciego es un pueblo que conserva un marcado ambiente medieval. Fundado en el siglo XVI, sus calles esconden verdaderas joyas arquitectónicas, como la Iglesia de San Andrés y el Ayuntamiento, con su fachada barroca.

Pasear por Elciego es descubrir la perfecta fusión entre tradición y modernidad, donde antiguos calados y bodegas se entremezclan con vanguardistas construcciones de acero y cristal.

Elciego J.M. Ochoa de Olza | NTM

Encontrando el toque medieval 

Para identificar un pueblo medieval, es importante observar ciertos elementos arquitectónicos, urbanísticos y geográficos característicos de esa época. Aquí te dejo una guía detallada para reconocer un pueblo medieval:

Murallas y puertas de entrada

Los pueblos medievales solían estar rodeados por altas murallas defensivas de piedra para protegerse de invasiones. Estas murallas a menudo tenían torres de vigilancia en intervalos regulares. Las entradas al pueblo estaban protegidas por puertas fortificadas, a veces con puentes levadizos si había un foso. Estas puertas eran puntos clave para el control de acceso al pueblo.

Castillo o fortaleza

Muchos pueblos medievales se desarrollaron alrededor de un castillo o una fortaleza. El castillo, generalmente situado en un punto elevado, dominaba el paisaje y ofrecía protección a los habitantes. Los castillos medievales tenían torres, almenas, un patio de armas, y a menudo estaban rodeados por un foso.

Plaza central o mayor

El centro del pueblo suele estar marcado por una plaza mayor. Esta área era el corazón social y comercial del pueblo, donde se celebraban mercados, ferias y eventos comunitarios.En esta plaza, es común encontrar una fuente, un pozo, o una cruz medieval.

Iglesia o catedral

Una iglesia, abadía o catedral suele ser uno de los edificios más importantes y destacados del pueblo, a menudo con una alta torre o campanario visible desde lejos. El estilo arquitectónico puede variar entre románico (arcos de medio punto, muros gruesos, ventanas pequeñas) y gótico (arcos apuntados, grandes ventanales, vitrales y pináculos).

Calles estrechas y empedradas

Las calles estrechas y laberínticas son características típicas de los pueblos medievales. Estas calles estaban diseñadas así para dificultar el acceso a invasores y aprovechar al máximo el espacio disponible dentro de las murallas. El pavimento empedrado es un rasgo común, con adoquines que han resistido el paso del tiempo.

Casas de piedra y madera

Las casas medievales a menudo están construidas de piedra o una combinación de madera y piedra. Las casas de estilo entramado de madera (con vigas de madera visibles en la fachada) son típicas en muchas regiones de Europa. Suelen tener tejados inclinados y, en algunos casos, los pisos superiores sobresalen sobre los inferiores.

Fortificación en la parte alta

Muchos pueblos medievales están ubicados en una colina o elevación, lo que proporcionaba una ventaja defensiva natural. Por eso, a menudo verás que el castillo o la iglesia están situados en el punto más alto del pueblo.

Fuentes y pozos públicos

Las fuentes y pozos públicos eran esenciales para el abastecimiento de agua. Estas estructuras suelen estar adornadas y son puntos de encuentro en los pueblos medievales.

Mercado o lonja

Los pueblos medievales contaban con un espacio destinado al mercado, donde se intercambiaban bienes y productos locales. Este espacio solía estar en la plaza central.En algunos casos, hay lonjas (edificios destinados al comercio) con soportales o arcadas.

Monasterios y conventos

Los monasterios y conventos podían ser elementos importantes del pueblo, especialmente si eran centros de peregrinación o tenían alguna importancia religiosa.

Puentes medievales

Si el pueblo está cerca de un río, es posible que encuentres puentes de piedra construidos en la Edad Media, caracterizados por arcos de medio punto y una estructura robusta