Política

La suspensión de Borràs fractura al independentismo y pone en apuros a Govern

La votación de la Mesa del Parlament se saldó con cinco votos a favor y uno en contra, de la diputada Aurora Madaula
Laura Borràs en una comparecencia tras haber sido suspendida.
Laura Borràs en una comparecencia tras haber sido suspendida.

La decisión de la Mesa del Parlament de suspender este jueves a Laura Borràs como diputada y presidenta de la cámara catalana ha ahondado la fractura en el independentismo, con virulentas acusaciones por el voto de ERC y la CUP, una situación que pone en apuros al Govern que preside Pere Aragonès.

Una hora y 45 minutos ha necesitado la Mesa del Parlament para deliberar y votar la suspensión de Borràs en su ausencia -ha salido de la sala para no participar en la votación, por obvio conflicto de intereses-, con los cinco votos a favor de PSC, ERC y CUP y un voto en contra, de la diputada de JxCat Aurora Madaula.

Borràs se ha negado a dimitir, por lo que PSC, ERC y CUP han aplicado el artículo 25.4 del reglamento del Parlament, que prevé suspender a un diputado si le abren juicio oral por corrupción.

Pese a que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya la envió a juicio por los delitos de prevaricación y falsedad documental, al fraccionar presuntamente contratos de la Institució de les Lletres Catalanes, Borràs ya lanzó una advertencia: "Los que me quieran muerta, me tendrán que matar y ensuciarse las manos".

Y eso es lo que ha ocurrido: media hora después de votarse su suspensión, ha comparecido en el despacho de audiencias para protagonizar su declaración más dura contra ERC, la CUP y el PSC, a quienes ha acusado de actuar como "jueces hipócritas" al apartarla y de ser "cómplices" de la "guerra sucia" contra el independentismo.

En los pasillos del Parlament, Borràs se ha visto arropada por el expresidente catalán Quim Torra, que ha dado a entender que JxCat debería "reflexionar" sobre su eventual salida del Govern.

¿Ruptura de la coalición?

La contundencia de las acusaciones de Borràs contra ERC y la CUP, sin embargo, no es compartida por una parte de su partido, JxCat, que le ha cedido a ella todo el protagonismo en la reacción a su suspensión, mientras otros dirigentes optaban por un perfil bajo, para evitar verse arrastrados por su beligerante estrategia.

No es casual: diversas fuentes de JxCat consultadas por Efe explicaron que en la reunión de la dirección del partido del pasado martes hubo consellers y dirigentes de peso que le pidieron dar un paso al lado, para evitar un choque de trenes parlamentario.

En esa reunión, el secretario general de JxCat, Jordi Turull, expresó su apoyo a Borràs, si bien dejó claro que este episodio no debe desembocar en una ruptura de la coalición de Govern.

Los sectores más unilateralistas de JxCat, con Borràs a la cabeza, serían partidarios de salir del Govern, pero esa opción, según las fuentes consultadas, no es ahora mismo la mayoritaria dentro de la ejecutiva del partido.

Tampoco el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, cree que este caso deba afectar al Govern: "No tengo información de ningún miembro del Govern que crea que no hay que seguir trabajando con la misma confianza", ha afirmado.

ERC se justifica

Rodeada de otros diputados de su grupo, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha argumentado los motivos que han llevado a su grupo a apoyar la suspensión de Borràs, a quien ha reprochado que no se haya apartado voluntariamente del cargo para evitar este "espectáculo".

En el independentismo "no cabe la corrupción, cada milímetro de tolerancia con las sospechas y acusaciones de corrupción nos debilita como proyecto colectivo", ha alertado Vilalta, convencida de que la Mesa "ha actuado con coherencia, responsabilidad, preservando el Parlament", ya que la condescendencia con la corrupción "es una línea roja que no se puede cruzar".

Las funciones presidenciales recaen ahora teóricamente sobre la vicepresidenta primera del Parlament, Alba Vergés, a quien Borràs ha retado a seguir "contabilizando" el voto del diputado de JxCat Lluís Puig -huido a Bélgica- pese a las "prohibiciones de los tribunales".

ERC se ofrece a ceder esas funciones a alguien de JxCat, pero fuentes de Junts señalan que no tienen ninguna intención de asumir ahora esta responsabilidad.

La oposición

Vox, Ciudadanos y el PPC han acusado a Borràs de generar "inestabilidad" al negarse a dimitir como presidenta del Parlament y evitar que el pleno pueda elegir a un sustituto en el cargo, que sigue manteniendo ella pese a no poder ejercer sus funciones.

El portavoz parlamentario de En Comú Podem, David Cid, ha recordado a Borràs que más de un centenar de diputados que representan el 75% de la cámara "avalan" su suspensión y ha considerado "vergonzosa" su declaración institucional.

El diputado por la CUP Carles Riera ha defendido su voto a favor de la suspensión, ya que "la mejor respuesta contra la represión es la transparencia".

2022-07-29T18:19:02+02:00
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