Hasta el 25 de febrero, la Sala Ondare de la Diputación Foral de Bizkaia acoge la exposición "geográfica-biográfica" del pintor vizcaíno Ricardo Toja. En la muestra, que sirve para conmemorar el décimo aniversario de su fallecimiento, se presentan cuarenta obras, entre pinturas y dibujos, muy significativas del artista.
Las obras de esta muestra proceden de colecciones particulares y colecciones públicas. De instituciones como el Museo de Bellas Artes de Bilbao, Gobierno Vasco y la Cámara de Comercio de Bilbao.
Dilatada trayectoria
Ricardo Toja Landaluce (Gordexola, 1932-Plentzia, 2012) perteneció a la primera generación de artistas de posguerra, de la que también formaron parte Agustín Ibarrola, Iñaki García-Ergüin, Norberto Ariño de Garay, Jose Barceló e Ismael Fidalgo, entre otros.
Comenzaron su aprendizaje y andadura en Bilbao a finales de los años 40 y primeros de los 50, bajo el apadrinamiento de Jorge Oteiza, recién llegado de América.
Toja continuó su formación en Madrid, becado por la Diputación Foral de Bizkaia entre 1964 y 1965, y en Oslo en 1966 con la ayuda económica de la Fundación Juan March. A su vuelta se quedó en Madrid sin perder el contacto con Euskadi, exponiendo de forma regular, individual y colectivamente, en Bilbao y, ocasionalmente, en Madrid y Donostia, estableciendo en 1992 su residencia en Plentzia.
“ Una fuerza que le empuja a lo íntimo y recogido ”
"Es la primera muestra que se hace tras su fallecimiento y la exposición trata de recuperar la memoria y poner en valor su obra artística para que las siguientes generaciones tengan una lectura didáctica de quién fue", ha señalado en la presentación de la exposición, Begoña de Ibarra, directora general de Cultura de la Diputación de Bizkaia.
Para la ocasión se han producido dos audiovisuales. El primero es "Abecedario para Ricardo Toja Landaluce", realizado por Miguel Toja Aguirre, que reinterpreta el amplio texto escrito por Bernardo Atxaga en 1992 para el catálogo de la exposición de dibujos que Toja presentó en el Aula BBK de Bilbao.
Atxaga destaca que "el afecto está dentro de sus cuadros y ni uno solo de sus motivos es casual. Todos llevan al valle natal, al mío, al suyo, al de muchos. En Toja hay una fuerza que le empuja hacia lo íntimo y recogido, y hay también la búsqueda de unos paisajes que, zafándose del peso del mundo, nos ayuden a ordenarnos, a crear un algo ordenado en nosotros mismos".
Recorrido temático
En el segundo audiovisual, grabado en 2010 y realizado por Jesús Serrano e Idoia Jauregi. "Es una visión geográfico-biográfica de su obra, lo que quiso hacer en su momento y no dio tiempo porque falleció, siguiendo un criterio temático y no cronológico del recorrido de su vida", comenta Gorka Mayor, junto a Alicia Fernández comisario de la exposición. "Son obras recientes pero siguiendo un hilo conductor. Su pueblo Gordexola, Canarias en los años de la Segunda Guerra Mundial, cuadros cubistas de los años 40 y otros de temática diversa, la influencia de José María de Ucelay, paisajes de Plentzia, Mundaka, Bermeo y Oslo. Y como colofón, un poco de todo. Temas que vivía y significaban algo para él".
Esta diversa geografía sustenta el hilo argumental de la muestra. Pintor de afectos y devociones, en sus cuadros y pinturas se aprecian anotaciones autobiográficas, tanto en la elección de los temas como en el orden y el tiempo impuesto a la pintura.
Decía Toja que la pintura es "para ser pintada y, si hay suerte, para ser contemplada por algunos prójimos. Y punto." Desde esa posición trabajaba con las imágenes ligadas a su biografía, ligando su pintura a momentos y recuerdos vivos en su memoria.