La producción industrial de Euskadi mantuvo la consistencia en noviembre

La actividad de la industria vasca ofrece señales de resistir la desaceleración general de la economía. La producción industrial de Euskadi registró un crecimiento interanual del 1,6% el pasado mes de noviembre gracias al empuje en la fabricación de bienes de equipo, con Bizkaia a la cabeza por Territorios Históricos, según los datos hechos públicos ayer por el Eustat. No obstante, se aprecian también síntomas de cierto freno, como lo prueba el hecho de que, con respecto al mes de octubre, la actividad industrial cayó un 0,7%. Pese a todo, en el acumulado de los once primeros meses el crecimiento se sitúa en el 5,7%, lo que anticipa que el porcentaje final del pasado ejercicio se orientará en una línea similar.

La industria vasca está altamente vinculada a lo que ocurre en Europa y, si sus principales mercados de exportación sufren, eso suele tener una traslación no deseada en el tejido empresarial vasco. En este sentido, es reseñable la resiliencia de la producción de la CAV en un contexto marcado por el frenazo económico de Alemania, su principal socio comercial por delante de Francia. La cartera de pedidos de la industria manufacturera germana cayó en noviembre un 5,3% respecto al mes anterior y un 11,0% en términos interanuales, lo que presupone también meses complicados en el futuro inmediato para este mercado. La ralentización en Europa tendrá consecuencias para las empresas vascas, pero de momento es tiempo de recoger los réditos del año pasado, en el que la reactivación de todos los sectores procuró altas cotas de crecimiento en PIB y exportaciones.

Sin embargo, las tasas de crecimiento son muy dispares atendiendo a las distintas categorías. Así, la fuerte inflación que soportan las familias tiene efecto en el retroceso del 11,1% en la producción de bienes de consumo duradero, donde se recoge, entre otros, la fabricación de muebles y aparatos domésticos. En los bienes de equipo, a nivel interanual, se constató un crecimiento de la producción del 3,9%, gracias al empuje de sectores como el de la fabricación de vehículos de motor, la construcción de locomotoras y material ferroviario, así como todo lo relacionado con la construcción aeronáutica y naval.

En cambio, los bienes de consumo no duradero, en los que están presentes las actividades de procesado y conservación de alimentos, la fabricación de productos para la limpieza e higiene, los productos farmacéuticos, así como la confección de prendas de vestir, presentaron un aumento del 1,2%. La energía descendió en términos interanuales un 2,8% en noviembre del 2022. En este sector se incluyen la producción y el suministro de energía eléctrica y el refino de petróleo. El ascenso fue algo más comedido –1,9%– en la categoría de bienes intermedios. Aquí entran la metalurgia, la industria química y la fabricación de productos de caucho y plástico.

POR TERRITORIOS

Bizkaia lideró el crecimiento interanual en noviembre, con un 2,4%, mientras que en Gipuzkoa fue del 1,7% y en Araba del 0,1%. Por sectores, los que han registrado un mayor crecimiento interanual en el mes de noviembre fueron Maquinaria y equipo (5,4%), Material de transporte (4,9%) y Metalurgia y productos metálicos (3,3%).

Además de los bienes de equipo, con un crecimiento hasta noviembre del 9,3%, todo lo vinculado a la producción de bienes y productos energéticos se convirtió en la categoría de mayor dinamismo en la industria, con una subida del 12,5%, beneficiada en este caso por la alta demanda en los mercados internacionales de este tipo de soluciones tras la crisis surgida tras la invasión rusa de Ucrania. Por Territorios, en los tres se observan tasas acumuladas positivas. De nuevo fue Bizkaia la que se apuntó un crecimiento más superior, con un 7%, mientras que en Araba fue del 5,6% y, finalmente, del 4,4% en Gipuzkoa. l