Toda situación tiene su protocolo. A veces sumamente estricto, a veces apenas existente. En todo momento hay que tener en cuenta ciertas reglas no escritas con el objetivo de transmitir un mínimo de educación. Desde saludar a una persona hasta sentarse en una mesa para comer, los protocolos velan por la buena educación de las personas.
Y estos no son aplicables únicamente a los altos ejecutivos de las empresas, la monarquía o los presidentes de cualquier país. Los protocolos también tienen que tenerlos en cuenta todas las personas que viajan en transporte público, los trabajadores de una empresa y los comensales de un restaurante sin importar si es un encuentro formal o informal, entre otros.
Para hablar de todos los secretos que esconden estos protocolos, además de ofrecer todo tipo de consejos, se ha pasado por los micrófonos de Onda Vasca María José Gómez y Verdú (@protocoloyetiqueta.es en Instagram), experta en protocolo y etiqueta. A través de una charla con Txema Gutiérrez, en la que ha presentado su último libro 'Protocolo POP: El manual definitivo del saber estar', Gómez y Verdú ha analizado la correcta actuación en diversas situaciones cotidianas.
Ejemplo de ello puede ser el regalo correcto al acudir una casa ajena, cómo saludar a una persona dependiendo si hay confianza o no, e incluso la correcta forma de vestir para una fiesta.
Pero uno de los puntos clave de la charla ha sido el protocolo en la mesa. A primera vista, esto puede parecer que no hay muchos factores a tener en cuenta. Pero nada más lejos de la realidad, ya que hay muchas costumbres que realmente están totalmente prohibidas durante la comida y que la mayoría de personas realizan como si realmente fueran de buena educación.
Prohibido comer las cabezas de los langostinos
Por lo general, el protocolo en la mesa varía según el país o la cultura. El motivo detrás de ello, según comenta Gómez y Verdú, es porque las reglas se pasan de generación en generación de forma verbal y cada lugar establece así su propio protocolo.
Una de las tradiciones más conocidas, sobre todo al acudir a restaurantes especializados en carne, es el uso del palillo. Este objeto que sirve para retirar los pequeños trozos de alimentos que se quedan entre los dientes es usado por muchas personas. Pero según la experta en protocolos "los palillos no deberían de estar ni en ni en la mesa". Como solución, propone ir al baño y por el camino pedir un palillo al camarero.
Siguiendo con la carne, estos productos nunca deben ser cortados completamente antes de consumirlos. Por ello, hay que ir alternando su corte y su ingesta. Además, en caso de tener un nervio o hueso en la boca, lo correcto es taparse la boca y colocarlo en el recipiente de los descartes situado en el lado superior izquierdo.
Para el marisco también hay varias reglas. En lo que se refiere a los langostinos, por ejemplo, éstos sólo pueden comerse con las manos en un encuentro informal, en una formal es necesario hacer uso de los cubiertos. Eso sí, las cabezas de los mismos nunca pueden ni chuparse ni consumirse.
Dejando a un lado los alimentos, una de las mayores preocupaciones a la hora de sentarse a comer, sobre todo en establecimientos que sirven menús extensos en bodas y ocasiones similares son los cubiertos. En caso de enfrentarse a un plato rodeado por varios cubiertos, el orden de uso correcto, tal como señala Gómez y Verdú, siempre es desde fuera hacia dentro.
Así, los cubiertos más alejados van a ser para el primer plato y los más cercanos para el último. De esta forma, en un simple vistazo a estos va a ser posible conocer un poco los platos que van a formar el menú.
Teniendo en cuenta todos estos consejos ofrecidos por la experta en protocolo y etiqueta, cualquier persona está ya preparada para sentarse a la mesa y disfrutar de forma educada de una comida digna de un rey o reina.