El Ayuntamiento de Bilbao ha aprobado en la junta de gobierno de este miércoles la propuesta de ordenanzas fiscales para 2026, que congela los tributos municipales e incluye la nueva tasa de residuos urbanos, que se pondrá en vigor en enero del próximo año y conllevará una subida de la cuota a pagar para que no resulte un "servicio deficitario" para el consistorio, que pasará a asumir su gestión.
La concejala bilbaína de Hacienda, Marta Ajuria, ha comparecido en comisión, a petición propia, para dar a conocer la propuesta de Ordenanza fiscal que el equipo de gobierno ha elaborado para el próximo ejercicio 2026, aprobada este miércoles en Junta de Gobierno, y explicar las novedades más destacadas, entre ellas, la nueva tasa de residuos urbanos, que sustituye a la vigente tasa de basura y que pasará a ser gestionada directamente por el ayuntamiento y no por el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, como hasta ahora.
La Ordenanza fiscal deberá regular la nueva tasa por el servicio de recogida, transporte y tratamiento de residuos urbanos, un tributo totalmente nuevo y de obligado cumplimiento, siguiendo la Directiva (UE) 2018/851 del Parlamento Europeo y del Consejo, que a nivel estatal se traspone a la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Ajuria ha precisado que esta normativa obliga al ayuntamiento a establecer una tasa "no deficitaria, que refleje el coste real de la recogida, transporte y tratamiento de residuos" y que, además, "permita implantar sistema de pago por generación, es decir, se trata de que quien contamine pague". Estarán obligados al pago de la tasa por la prestación del servicio de gestión de residuos urbanos que se generen o puedan generarse todas las personas titulares de inmuebles urbanos, tanto de viviendas e inmuebles de uso residencial, como de inmuebles de uso no residencial.
Marta Ajuria ha explicado que la cuota va a tener un componente básico por la existencia del servicio, que atenderá al principio de capacidad económica, y un componente específico, que se calculará en función de la generación potencial de residuos. El componente básico, ha apuntado, cubrirá el 40% del coste del servicio, que se estima que en 2026 ascenderá a 36 millones de euros, frente a los 31,7 millones de 2025, mientras que el componente específico alcanzará el 60%.
En el caso de los inmuebles residenciales, el componente básico se calculará en base al valor catastral y el específico en función del número de personas empadronadas en la vivienda, mientras que en inmuebles no residenciales, el componente básico también se calculará en base al valor catastral, pero el específico se calculará respecto al tipo de actividad que desarrollan y su superficie.
La nueva tasa de residuos entrará en vigor en enero de 2026 y con efectos exclusivos para el ejercicio 2026, los sujetos pasivos podrán solicitar antes del 31 de mayo de 2026 que la cuota anual se fraccione en seis recibos mensuales iguales, sin devengo de intereses, cuyo pago se exigirá mediante domiciliación bancaria.
Al siguiente ejercicio, en 2027, este tributo se incorporará al sistema del 'Pago a la carta', que permite pagar los impuestos y tasas municipales de forma fraccionada y mediante domiciliación bancaria, sin recargos ni intereses.
Bonificaciones
La propuesta de la nueva tasa de residuos contempla bonificaciones que solo se aplicarán a los bienes de uso residencial por la utilización de contenedores especiales de residuos orgánicos (contenedor marrón o quinto contenedor). En 2026, la bonificación a los inmuebles residenciales se aplicará a todos aquellos sujetos pasivos que hayan solicitado el alta de sus bienes inmuebles en el programa especial de residuos orgánicos antes del 1 de enero de 2026.
En este primer año, ha indicado Ajuria, la bonificación será de un 10% del componente específico de la cuota y a partir de enero de 2027 se contempla una bonificación del 20% del componente específico a quienes acrediten un mínimo de 36 semanas en el uso de los contenedores de residuos orgánicos de origen doméstico durante el año anterior al devengo.
La edil de Hacienda ha precisado que en enero de 2027 se aplicará esta reducción con los datos de uso del quinto contenedor que se hayan obtenido en el ejercicio anterior, es decir, durante el año 2026.
Congelación de los tributos municipales
Por otro lado, ha indicado que, además de la aprobación de la nueva tasa de residuos urbanos, se ha propuesto la congelación para 2026 de todos los impuestos y tasas. Así, ha resumido, se proponen algunas modificaciones de carácter técnico en las Ordenanzas fiscales reguladoras del Impuesto de Vehículos, de la Plusvalía y en la Ordenanza Fiscal General derivadas principalmente de la necesaria adaptación a la Norma Foral 4/2024 de 27 de diciembre, por la que se aprueban medidas tributarias.
Respecto del IBI, Ajuria ha detallado que se proponen dos modificaciones de la ordenanza. Como medida de política fiscal favorable a las familias numerosas para "moderar el impacto que puede tener el principio de quien contamina paga porque van a ser más generadores de residuos", se propone el incremento de los porcentajes de bonificación respecto de la vivienda que constituye su residencia habitual, ha manifestado.
Además, por recomendación del Ararteko, se propone incluir también el grado I dependencia junto a los supuestos ya contemplados de dependencia de grado II y grado III, como causa de exclusión de la aplicación del recargo a las viviendas que hayan quedado vacías como consecuencia de estas situaciones.
Oposición
La portavoz de EH Bildu, María del Río, ha criticado la "improvisación" del equipo de gobierno a la hora de plantear la nueva tasa de residuos, ya que lo han hecho "sin planificar los siguientes pasos" y "solo para cumplir expediente, pensando solo en fiscalidad y no en cómo conseguir mayores niveles de reciclaje".
Por ello, ha solicitado la elaboración de "un plan integral, junto con los agentes implicados, para la mejora de recogida de residuos selectiva", y, en ese sentido, ha preguntado "hacia dónde queremos transitar?" y "cómo vamos a hacer para mejorar los datos de recogida selectiva".
El concejal del PP Ángel Rodrigo ha considerado que, tal y como está planteada esta nueva tasa de residuos, "no se cumple el principio de quien contamina paga, porque paga todo el mundo, quien contamina y quien no contamina, lo que viene a demostrar que lo que rige en la redacción de la tasa es un criterio muy economicista y no medioambiental o vinculado con la disminución de la generación de residuos". Asimismo, ha preguntado la previsión de ingresos por la nueva tasa de residuos, que la concejal de Hacienda ha calculado en más de 35 millones.
Por su parte, el concejal de Elkarrekin Bilbao, Xabier Jiménez ha dicho que sorprende que el Ayuntamiento de Bilbao, "cuando la Diputación ha aumentado la capacidad de sobrecargo para las viviendas vacías y todavía el canon de vivienda vacía no está aprobado, no haga una apuesta por aumentar ese sobrecargo, cuando las viviendas que quedan vacías y que cumplen los requisitos ya son las que están vacías porque sus dueñas y sus dueños así lo quieren".
Además, en relación a la tasa de residuos, ha considerado que el modelo planteado no posibilita "poner en marcha un sistema que permite implantar sistemas de pago por generación, básicamente porque no se está identificando, ni se tiende a identificar, cuánto genera realmente cada uno de los domicilios o inmuebles o unidades familiares".