Es hora de reescribir las reglas del envejecimiento, porque la actividad física es el motor del bienestar en la edad adulta, rompiendo el mito de que el ejercicio es solo para jóvenes. Existen múltiples opciones de bajo impacto como caminar, nadar, bicicleta, yoga o pilates, ideales para mantenerse activo. Además, el entrenamiento de fuerza con pesas ligeras o bandas elásticas, y los ejercicios de equilibrio y flexibilidad, son fundamentales para una salud integral. La integración de estas actividades en el día a día, a menudo con programas locales, potencia también la socialización.
Unitxer Zenon Bergara, educador físico y experto en el tema ha destacado en los micrófonos de ONDA VASCA, cómo el ejercicio constante mejora la calidad de vida y la autonomía, y ha recomendado consultar a un educador físico deportivo antes de iniciar cualquier rutina. También ha resaltado el valor añadido de las actividades en grupo, como los bailes o las Euskal dantzak, por sus beneficios físicos y sociales.