Son pocas las veces que, cada vez que freímos unas patatas o cocinamos con aceite vegetal, pensamos en lo que ocurre con ese residuo, pero hay empresas que sí lo hacen y lo convierten en energía. Y Rafrinor es una de ellas.
Rafrinor es una compañía que transforma aceites usados en biocombustibles sostenibles reduciendo emisiones y cerrando el círculo de los residuos alimentarios. Y en ONDA VASCA hemos descubierto el funcionamiento de esta maquinaria ecológica, que consigue convertir cuanto desechamos en una alternativa energética de presente y de futuro, gracias a la experiencia de Juanan Fernández.
De la importancia que tiene el reciclaje de aceites nos ha hablado el director de sostenibilidad de este partner creado en 2001 como gestora de residuos: "Estoy pensando en un estudio del Consorcio de Aguas de Bilbao, que recogía que un solo litro de aceite puede llegar a contaminar 40.000 litros de agua. Además, evaluaba los costes del tratamiento de ese agua contaminada, y estimaba que eran 700 veces superiores al coste de tratamiento de un agua residual, vamos a decir, normal, y además del impacto que tiene sobre las infraestructuras, las redes de saneamiento, depuradoras, etcétera", ha comentado Fernández.
El responsable de Rafrinor también ha querido destacar que "con este aceite somos capaces de producir biocombustibles. Me vienen dos a la cabeza que probablemente todos conocemos: el biodiésel, que, seguramente, cuando todos vamos a la gasolinera y vemos ese indicativo de B7, lo que nos está diciendo es que el 7% del combustible que estamos reportando procede de de ese aceite vegetal que hemos reciclado; y los combustibles de última generación como como el HVO, que es un combustible 100% de origen vegetal".