Para Jorge Flores la sociedad debe concienciarse de que hay reglas que no debemos traspasar. Lo primero que tenemos que entender que los smartphone y las redes sociales son una "extensión de su entorno natural" y esto hace complicado establecer un límite.
"El smartphone en el aula debería ser lo más restrictivo posible ceñido a actividades didácticas con un propósito concreto. Por ejemplo, no usar el móvil para hacer más dinámico el trabajo sin que haya objetivo de aprendizaje. Ese tipo de actuaciones debemos restringirlas. Eso sería lo primero", señala el director y fundado de Pantallas Amigas que defiende que con esto "no estamos renunciando en ningún caso al uso sino canalizando".
Este experto considera que es "posible una educación digital usando el móvil de forma restringida y concreta" pero de la misma manera defiende que la educación y las normas comienzan en clase.
Sobre este complicado problema y sus soluciones hemos hablado esta mañana en ONDA VASCA. Puedes escuchar la entrevista entera en este podcast.