Jokin Bildarratz reconoce que ha sido un curso complicado por la pandemia con hasta 460 aulas cerradas, recuerda, antes de Navidad. Pone un bikain a toda la comunidad educativa y se congratula de que ahora mismo la prioridad vuelva a ser lo académico y pedagógico. Reconoce de cara al curso que viene que los curriculum se han aprobado tarde pero pide calma en la aplicació de la LOMLOE porque es parte de un proceso.
En esta misma línea subraya que se está trabajando "muy bien" con todos los grupos políticos sobre ese pacto educativo de bases y espera que se puedan cumplir los plazos y la nueva ley vasca de educación pueda ser aprobada en los primeros meses del año que viene. De momento sobre el cronograma anunciado ayer espera poder debatirlo en las próximas semanas y asegura que acompañarán a todos los centros con los cambios que se avecinan tanto en lo que tiene que ver con la segregació como, en el caso de los concertados, con la eliminación del cobro de las cuotas y aquí matiza, "la gratuidad no se consigue de un día para otro".