La semana del cooperativismo recientemente celebrada en Onda Vasca ha permitido comprobar que este modelo socioeconómico goza de buena salud. Es, además, un modelo con un fuerte arraigo en Euskadi, representando aproximadamente el 10% del Producto Interior Bruto, con más de 60.000 empleos. Un buen ejemplo es Eroski, la cooperativa de consumo de la Corporación Mondragón, en cuyo modelo hemos ahondado con Iñigo Eizaguirre, su director social: "Creemos que el cooperativismo es una vía realista y eficaz para equilibrar eso que buscamos las empresas, que es ganar dinero, la eficiencia económica y también la actividad social".
El modelo cooperativo aporta fortalezas indudables, como es una forma de entender que la empresa funciona mejor combinando resultados económicos únicos con compromiso social. Eizaguirre explica: "La mayor fortaleza que nos ofrece el modelo cooperativo es esa capacidad de aguantar y de adaptarnos a la situación que cada momento se nos presenta".