Podría tratarse del último reto viral, por escatológico -y estúpido- que suene. El caso es que ésa podría ser la explicación para los ocho episodios de defecaciones que se han vivido en las piscinas de Orduña en el último mes. También se han dado casos en otros municipios vascos, como Sopela, y en otros lugares del Estado. Cada vez que se han producido, ha habido que cerrar temporalmente las piscinas, para poder llevar a cabo las labores de limpieza y desinfección, con las consiguientes molestias para los usuarios, al coincidir con días de mucho calor. Por todo ello, desde el Ayuntamiento hacen un llamamiento al civismo. El alcalde, Iker Santocildes, ha avisado desde los micrófonos de Onda Vasca de que, si vuelve a suceder, tendrán que cerrar las piscinas "hasta 48 horas, para no doparlas de productos químicos".
Iker Santocildes, alcalde de Orduña: "Si vuelven a aparecer heces en la piscina, tendremos que tenerlas 48 horas cerradas"