EL pasado fin de semana, el sector crítico de Eusko Alkartasuna –liderado por Maiorga Ramírez y con el respaldo de Carlos Garaikoetxea y Manuel Ibarrondo, entre otros– denunció "marginación" de EA en el seno de EH Bildu y reiteró la petición de celebrar un congreso del partido "sin afán rupturista", pero con el fin de recuperar la idea original de la coalición soberanista frente a la "vocación fagocitadora" de Sortu.
Aunque estos críticos, de entrada, no caminan en la senda de la escisión ni esta opción parece tener cabida en su horizonte próximo, EA ya tuvo que sufrir en sus propias carnes el desgarro de una buena parte de su militancia en Gipuzkoa y lo cierto es que Eusko Alkartasuna se ha visto históricamente marcada por la necesidad de definir, y la dificultad de concretar, el papel a jugar y el espacio a ocupar por el partido en el nacionalismo vasco.
Noticias Relacionadas
El TC anula la cesión a Euskadi de funcionarios estatales que trabajan en ayuntamientos
El juez del Audiencia Nacional García-Castellón procesa a la excúpula de ETA por su responsabilidad en el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco
La Eurocámara condena los "intensos contactos y reuniones" entre agentes rusos e independentistas catalanes
Urkullu, sobre Sánchez: "Todo es muy extraño y habrá que esperar para saber su decisión"
La Fiscalía de Madrid recurre la decisión del juez de abrir diligencias contra Begoña Gómez
Feijóo ve una "frivolidad inaceptable" que Sánchez "abandone sus responsabilidades"
Ayuso, sobre la decisión de Sánchez: "Se encierra para ver cómo triturar a los jueces, a la oposición y a la prensa independiente"
