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Euskadi tiene ambición ecológica

La percepción de la ciudadanía vasca sobre la necesidad de atender a la protección del medio ambiente ha ido en aumento durante los últimos años. Foto: Oskar M. Bernal

La subida de la temperatura y del nivel del mar, el descenso de las lluvias o fenómenos meteorológicos adversos son solo algunos de los efectos a los que ya se enfrenta Euskadi. La acción climática es tendencia mundial y la ciudadanía vasca lo sabe. Y así lo ha asumido, tal y como confirman los últimos estudios sociológicos. De hecho, la ambición ecológica no ha parado de crecer entre la población vasca a lo largo de los años.

El dato más relevante de esta concienciación está vinculado con los hábitos de consumo; en concreto con los malos o al menos, los perjudiciales para los intereses de la Tierra y la supervivencia de las comunidades que lo ocupan. No en vano, la ciudadanía vasca lo ha metido en el podium de los principales causantes de problemas ambientales.

En 2008, únicamente el 7% de las personas se acordaban de la forma tan imprudente de alimentarse o de vestirse, por ejemplo, como causa de la destrucción del planeta; hoy en día, sin embargo, el 23% lo menciona en primer lugar, antes incluso que el transporte o la industria, según se desprende la encuesta elaborada por el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno vasco. El salto es evidente, pero más allá de esos porcentajes es posible adivinar un cambio de dirección hacia consumidores responsables y concienciados.

Otros documentos estadísticos apuntalan esa transición ecológica de las familias vascas, que obtienen 6,7 puntos sobre 10 en su grado de sensibilización y hábitos con impacto medioambiental. Esta puntuación, obtenida en el Indicador de Medio Ambiente, supone también un ligero avance respecto a los resultados de hace cinco años (+0,1), según datos elaborados por el Eustat-Instituto Vasco de Estadística. El Indicador de Tratamiento de residuos habituales (9,1) es el que mejores resultados obtiene y también el que presenta mejor comportamiento respecto a 2015 (+0,2).

Le siguen los indicadores de Tratamiento de residuos ocasionales (7,9), Ahorro de energía (6,9) y Actitud medioambiental (6,4), todos ellos con una evolución positiva (entre 0,1 y 0,2 puntos sobre 10). Cierra ese grupo el indicador sobre el Ahorro de agua (6,4) que mantiene la puntuación de hace cinco años.

Los peores resultados se obtienen en los indicadores de Transporte y movilidad que, pese a su evolución negativa (-0,1), mantiene el aprobado (5,3), y de Pautas de consumo, que se mantiene en el suspenso (4,4 puntos sobre 10), aunque suma una décima respecto a 2015. Eso sí, más de la mitad de las personas estaría dispuesta a cambiar algunos hábitos para ser más respetuosa con el medio ambiente, "aunque le suponga un gran esfuerzo", reconocieron.

22/11/2021