El Gobierno vasco lanzará a partir del 1 de enero de 2023 un bono de alimentación para ayudar a que la ciudadanía más vulnerable pueda hacer frente a la subida de los precios de los productos que componen la cesta de la compra. Esta línea de ayudas –2,5 millones de euros– será gestionada a través de la Cruz Roja y es un “concepto nuevo” de subvención se unirá al bono térmico, al plan de lucha contra la pobreza energética o al plan Renove de Ventanas. Así lo anunció el portavoz del Gobierno, Bingen Zupiria, durante la presentación de Hitzartuz, un programa dotado con 334 millones de euros que da continuidad a las medidas sobre las que se asienta el escudo social vasco.
La fuerte inflación y el alza de los precios de la energía generados por la guerra de Ucrania no sólo han empobrecido a las familias, también han colocado en serias dificultades a empresas intensivas en energía, pymes y autónomos. El Consejo de Gobierno pasó ayer a limpio y dio a conocer los detalles de la iniciativa Hitzartuz que el lehendakari adelantó en el pleno de Política General del 22 de setiembre. Iñigo Urkullu indicó en aquel pleno que el programa tendrá 40 medidas específicas que se pondrán en marcha este curso político y que responden a la estrategia “común” del Desarrollo Humano Sostenible de Euskadi.
Son 20,4 millones de euros en 2022 y 313,9 millones en 2023 para las ocho primeras medidas de ese escudo social, desde subvenciones directas y finalistas al ahorro de la facturas domésticas, al incremento de un 10% de los fondos destinados a las Ayudas de Emergencia Social (AES), pasando por la deflactación del 2% IRPF para 2023 para a atenuar la inflación subyacente. Según recordó ayer Zupiria, esta última medida, que tendrá un coste de 240 millones de euros –140 millones de euros este año y otros 100 en 2023– ya se ha planteado a las diputaciones y ha sido analizado en el Órgano de Coordinación Tributaria. De esta forma, Euskadi se suma a la deflactación aprobada por otras comunidades como Murcia, Madrid y Andalucía.
DESGRAVACIÓN DE 200 EUROS PARA RENTAS POR DEBAJO DE 30.000
Desde el punto de vista de la inversión pública, la segunda medida más importante de Hitzartuz es la prórroga de la deducción de 200 euros para las rentas inferiores de 30.000 euros que se reduce progresivamente hasta los 35.000 euros. En concreto, destinará a este fin 100 millones de euros de las arcas vascas. Hitzartuz incluye además una línea de crédito especial para empresas intensivas en energía, pymes y autónomos, reforzando las medidas planteadas en el plan de contingencia energética de Euskadi. En concreto, el próximo año se pondrá en marcha con 1,5 millones de euros una línea subvenciones 1% tipo de interés autónomos y con 40 millones una línea préstamos inversión eficiencia energética pymes y midcaps. La red pública tendida al tejido económico también contempla 5 millones de euros destinados a reforzar las ayudas para incentivar el ahorro y el autoconsumo a través de la generación de energías renovables en empresas, pymes, personas autónomas y polígonos.
Por otro lado, el programa recoge una serie de medidas vinculadas a la eficiencia energética dirigidas a “compensar la subida de la factura y favorecer el ahorro energético de las familias”. Zupiria recordó que este año se pusieron en marcha desde el Departamento de Políticas Sociales bonos, gestionados a través de la Cruz Roja, para ayudar a las familias más necesitadas para hacer frente a los pagos de los consumos energéticos. En este sentido, el bono térmico, dotado de 9,4 millones de euros, se mantendrá el próximo año con la misma dotación y se pondrán en marcha nuevas medidas como ayudas al autoconsumo y almacenamiento (30 millones); ayudas para la lucha contra la pobreza energética (1,5 millones); y un plan Renove Ventanas (2,5 millones).