El alcalde de Donostia, Eneko Goia, ha señalado hoy en Onda Vasca que aunque "no hay que bajar la guardia", hay "motivos para la esperanza" por la mejoría de la cifra de contagios en la CAV, y ha agregado que cuando Euskadi baje de los 500 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días "lo que podría darse esta misma semana" podrían "relajarse" algunas de las restricciones actuales a causa de la pandemia.
Igualmente, ha apuntado que aunque nunca defenderá que se empleen medios "desproporcionados" por parte de las autoridades para desalojar una calle ante el incumplimiento de las medidas vigentes, en algunos casos, "minoritarios", de incidentes como los vividos este fin de semana en Donosti se demandan "más medidas coercitivas" ante lo que ha calificado como un "problema de civismo, intolerable". "Mal que no se cumplan las medidas sanitarias, pero ante actos vandálicos contra el mobiliario urbano, y ataques a la autoridad, hay que tener mano dura", ha añadido.
Goia ha resaltado que el inicio del verano fue duro ante el elevado número de contagios por COVID-19, pero con el avance y buen ritmo de la vacunación "estamos viendo una situación mejor". Por eso, y aunque la hostelería donostiarra está "quejosa" porque el aforo del 35% en el interior de los locales ofrece posibilidades "limitadas", la capital gipuzkoana está teniendo una gran afluencia de gente estas semanas.
"Hay 'meneo' en la ciudad, con una ocupación que ronda el 100% durante esta semana en alojamientos y un gran movimiento excursionista del resto de territorios e Iparralde", ha dicho Goia, para detallar que hay "bastante turismo estatal" en las calles, "y está entrando con fuerza el turista foráneo este mes de agosto".
El alcalde donostiarra ha reconocido que le molesta "muchísimo" que el marco autonómico vasco "esté siempre cuestionado" y sólo se proceda a cumplir "cuando la fuerza del PNV es determinante en Madrid". "Que un sistema como el nuestro esté en función de eso nos coloca en una situación que no es la deseada", ha reconocido.