A principios del siglo XX, Emakume Abertzale Batza (EAB) surgió en 1922 como una asociación de mujeres clave en la difusión del nacionalismo vasco y la promoción de actividades sociales, educativas y de apoyo. A pesar de una interrupción por la Dictadura de Primo de Rivera, resurgieron con la Segunda República, aumentando su protagonismo y expandiendo su labor por toda Euskadi.
Luis de Guezala, historiador de la Fundación Sabino Arana, ha destacado en ONDA VASCA, cómo las "emakumes" desplegaron una intensa actividad asistencial durante la Guerra Civil y posguerra, apoyando a presos y participando en redes de información. También ha señalado que, por su compromiso político, muchas se vieron obligadas al exilio o sufrieron represión, pero la asociación se mantuvo activa incluso en el extranjero.