Política

El Supremo deja intacta la causa contra González Amador por presunto fraude fiscal

Los magistrados advierten que la sentencia contra el ex fiscal general del Estado no anula ni afecta al procedimiento tributario en marcha contra el novio de Isabel Díaz Ayuso
Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. / E.P.

Actualizado hace 4 minutos

"O me voy de España o me suicido". Esta fue una de las frases más icónicas del juicio contra el entonces fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que ha acabado con una condena por revelación de secretos. La pronunció Alberto González Amador en referencia al perjuicio que le había causado la filtración de un correo electrónico de su abogado en el que reconocía la comisión de fraude fiscal. Pese a tan contundente expresión, el novio de Isabel Díaz Ayuso no ha logrado que los magistrados del Tribunal Supremo que han condenado a García Ortiz reconozcan en su sentencia que se ha vulnerado su derecho de defensa en el procedimiento que se sigue contra él por un presunto delito contra la Agencia Tributaria. Los jueces entienden ese planteamiento como “totalmente cerrado” e “inacogible”, por lo que no cabe la posibilidad de solicitar la nulidad de las dos causas abiertas contra Amador.

En su escrito de acusación, la pareja de la presidenta madrileña sostenía que la publicación del contenido de una propuesta de acuerdo con la Fiscalía había generado un daño "irremediable e irreversible" en su estrategia defensiva del procedimiento fiscal y, por extensión, en su presunción de inocencia procesal y su derecho a un proceso justo.

Sin embargo, los jueces creen que esa conclusión es prematura e infundada porque no hay base para afirmar que el proceso tributario vaya a quedar contaminado ni que su defensa haya perdido garantías reales. Consideran que el empresario "ha empleado tintes seguramente exageradamente tremendistas, aunque entendibles desde su posición de acusación y sus intereses".

El texto que condena a García Ortiz indica que el contenido de ese mail "nunca debió hacerse público" pero creen "precipitado e infundado alimentar la impresión de que los jueces llamados a resolver esa causa penal no podrán resolver con profesionalidad y en derecho sobre las pretensiones acusatorias, en su caso, articuladas". Y si se diera el caso de que "el proceso no se ajusta a las reglas de un juicio justo, allí deberá denunciarlo".

Si González Amador pretendía "obtener algún rendimiento defensivo" de cara al que se sigue contra él, los jueces lo dejan claro: "basta y sobra, con estas consideraciones, por lo demás innecesarias, pues cualquier Juez o Tribunal comprende con facilidad que no puede valorar en un proceso penal unas conversaciones confidenciales encaminadas a una conformidad cuando no se llega a un acuerdo".

Personaje con notoriedad pública

También aluden de forma indirecta al agravio que Amador dice haber sufrido al hacerse públicos esos presuntos delitos fiscales y ser pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que se refería a su novio como "ciudadano particular".

Al respecto, la sentencia indica que "estamos no ante un estricto ciudadano anónimo, sino ante un personaje con notoriedad pública, aunque sea a su pesar". Y añade: "Pensar que sin esa difusión el hecho noticioso hubiese pasado a un segundo plano en el debate social y político y las opiniones hubiesen entrado en un nivel de moderación y cautelas y prevenciones cuando la denuncia contaba con el aval provisional de AEAT y el Ministerio Fiscal es pecar de un candor inasumible e ignorar en qué parámetros se mueve -no nos corresponde valorarlo- la discusión en la opinión pública de temas con repercusiones políticas.

En definitiva, los magistrados dan un portazo a la posibilidad de que el novio de Díaz Ayuso emplee la condena a Álvaro García Ortiz para anular su presunto fraude. La causa tributaria sigue viva, intacta y ajena a esta sentencia.

2025-12-09T17:30:37+01:00
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