La Diputación Foral de Bizkaia contempla a medio plazo la renovación del campo de entrenamiento de bomberos y bomberas de Ispaster, donde las prácticas se hacen con fuego real. Estas instalaciones reciben al año entre 1.500 y 2.000 personas para formarse, en función de los tipos de cursos que sea necesario realizar. Esto supone una ocupación habitual superior al 60%.
Dada su trascendencia, el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la Institución foral ha iniciado un proceso de contraste para perfilar esa futura actualización de sus instalaciones. A tal fin, el Servicio foral ha reunido a un importante grupo de personas expertas en instrucción de incendios para bomberos y bomberas profesionales; un grupo del máximo nivel en esta materia, tanto en el Estado como en Europa.
Tras visitar durante una mañana el campo de maniobras de Ispaster, han contrastado conocimientos y su experiencia en el diseño, construcción y uso de los campos de entrenamiento para bomberos y bomberas. Las reuniones de trabajo han tenido lugar ayer y hoy en el parque de Arratzu, inaugurado a finales del mes de marzo. Los expertos que se han dado cita en Bizkaia invitados por el Servicio Foral incluyen a 8 personas, trabajan en los campos de la ingeniería y la arquitectura y provienen de diferentes Servicios bomberos y bomberas del Estado (Generalitat de Cataluña, Guadalajara, Madrid, Málaga, Consorcio de Valencia y Zaragoza).
Campo de entrenamiento de Ispaster
El campo de entrenamiento de Ispaster comenzó a funcionar en 1999 con el objetivo, por parte de la Diputación Foral de Bizkaia, de dotar a su Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de un lugar donde poder entrenar la extinción de todo tipo de incendios en escenarios lo más realistas posible. Está dirigido principalmente al entrenamiento de personas profesionales (bomberos y bomberas) pero también se realizan prácticas para personas relacionadas con la náutica, brigadas de seguridad de empresas y, en general, cualquier tipo de persona que quiera formarse en la autoprotección y en la minimización de las consecuencias de determinados accidentes. Además de los bomberos y bomberas forales, en este campo se han formado también otros Servicios de todo el Estado.
Los escenarios que se recrean en el campo se refieren tanto a formación teórica como, sobre todo, a la práctica, que es donde aporta el mayor valor esta instalación. Las prácticas de incendios se realizan con fuego real y se recrean escenarios de fuegos en interiores, en exteriores y en búsqueda y rescate en situaciones de nula visibilidad con humos y gases calientes. También se realizan prácticas de utilización de extintores, bocas de incendio equipadas e hidrantes. Cabe destacar que los escenarios son tan realistas que se necesita la utilización de equipos de protección individual, exactamente igual que en una situación real.
Desde su construcción el campo ha evolucionado y recrea también otro tipo de escenarios, de tal manera que se convierte en un campo de entrenamiento multipropósito, no solo destinado a la extinción de los incendios. Por ejemplo, permite realizar prácticas de trabajos en espacios confinados; trabajos con materias de riesgo químico; trabajos con mercancías peligrosas; orientación y rescate en espacios con visibilidad reducida; seguridad marítima ante accidentes, etc. En estas situaciones, también se utilizan los equipos de protección individual necesarios, incluidos los equipos de respiración autónoma en los casos de aire ambiente no respirable.
Igualmente, se realizan acciones formativas orientadas a la autoprotección es sus dos vertientes: la prevención y la minimización de los daños.