El Punto de Encuentro Temporal para personas solicitantes de asilo en situación de calle en Donostia abrió el miércoles pasado y desde entonces han recibido la visita de decenas de jóvenes malienses. Este centro, habilitado por Cáritas y la Comunidad Cristiana de Amara, responde ante las necesidades básicas de los jóvenes migrantes mientras esperan a recibir una cita en la oficina de CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado).
Se trata de un espacio habilitado en los locales de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Amara, de 10:30h a 13:00h. Aquí, voluntarios y voluntarias reciben a los jóvenes que pernoctan en las calles de Amara y les ofrecen un espacio donde cargar el móvil, wifi, cobijo, comida, tickets para adquirir ropa y para limpiarla, entre otras cosas. Sin embargo, lo que más destaca es el acompañamiento y la escucha que ofrecen, ante la situación que están viviendo. "La idea es crear un espacio de acogida seguro", explica Xabier Jorrín, técnico del área social de Cáritas, en Gipuzkoako Kale Nagusia.
Jorrín ha explicado también que se han dado cuenta de que el sistema, desde hace mucho tiempo, está teniendo "unas lagunas terribles y retrasos enormes", por falta de personal e infraestructuras del sistema de acogida. Por ello, no pueden absorber el volumen de las solicitudes. El técnico ha explicado que algunos de los jóvenes que acuden al centro no obtienen cita en la oficina de CEAR en Amara hasta octubre.
A la espera del asilo
En el centro hemos tenido la posibilidad de hablar con algunos de los jóvenes que se encontraban allí. Uno de ellos nos ha contado cómo llegó hasta Donostia. Se trata de un malinés de 31 años, casado, que en 2015 salió de su país por la guerra. Ha explicado que, al morir su padre, marchó hacia España para buscar una forma de ayudar a su madre. Cruzó múltiples países del continente Africano, como Mauritania, Marruecos o Argelia, hasta llegar a Almería. Vivió también en París donde trabajaba en lo que podía. Ahora está a la espera de que le den asilo en la oficina de Amara, al igual que decenas de compañeros migrantes.
El pasado jueves se aprobó una moción de urgencia en el pleno del Ayuntamiento donostiarra para atender las necesidades básicas de estos jóvenes, como alimentación, higiene y alojamiento temporal, y están a la espera de que se ponga en marcha, como ha expresado Jorrín.