Son muchos los factores que han condicionado y mermado el rendimiento de la Real Sociedad en este año 2024. Resulta evidente e indiscutible que el equipo no ha sido el mismo antes del parón que después. Más que en resultados, en cuestión de juego. La excelencia de la Champions dio paso a una versión mucho más pétrea de los realistas, que, sin duda, han acabado sellando su pasaporte europeo gracias a su solvencia defensiva más que por su alegría ofensiva.
Uno de los condicionantes que ha pasado más inadvertido en la crítica y que reconoce abiertamente Imanol Alguacil ha sido el bajón experimentado por dos de los titulares indiscutibles este curso como son Hamari Traoré y Take Kubo tras disputar las Copas de África y de Asia respectivamente.
Traoré, de titular destacado e indiscutible a un fallo grave y una línea descendente
El lateral derecho ha sido el mejor de los fichajes de esta temporada y el único de los siete refuerzos aterrizados entre verano y enero que se ha hecho un hueco fijo en el once de Imanol. Su rendimiento ha sido notable hasta que se marchó a Costa de Marfil para luchar por el trono continental africano. Su selección, de la que es capitán, cayó en cuartos de final contra los anfitriones, que a posteriori se clasificaron, y el defensa regresó justo a tiempo para viajar a París para la ida de los octavos de final de la Champions. En la retina de todos, el error garrafal en el primer gol ante el PSG, en el que fue atendido al estar preocupado por su rodilla en un córner que acabó en el primer gol de los parisinos. Imanol no se cortó un pelo a la hora de señalarle con crudeza aún en caliente durante su rueda de prensa posterior: "Hemos regalado el primer gol y eso no puede pasar. No nos podemos irnos del partido por encajar un gol. No me explico que un jugador que ha tenido que salir del campo cuando hay un córner en contra no acabe en el hospital. Traoré se fue del partido y con él, el equipo. Eso es lo que me duele".
Desde ese momento, sin apenas competencia con Álvaro Odriozola ni de Aritz Elustondo por las lesiones y a pesar de la ilusionante irrupción de Jon Mikel Aramburu, Traoré solo se ha perdido tres partidos: el de Sevilla, en el que se compitió con un equipo de circunstancias y fue suplente, y las visitas del Real Madrid y de Las Palmas por lesión. En total trece encuentros en los que ha sido titular en todos menos ante el Valencia en Donostia y en Getafe, que tuvo que ser sustituido en el descanso por una lesión muscular. En los últimos encuentros se le ha podido ver sin fuelle y con unos despistes graves en el juego debido a unas pérdidas peligrosísimas. Seguro que el verano le sentará bien.
Kubo se ha ido apagando tras un inicio fulminante
El caso de Kubo es más duro, porque en el primer tercio fue el mejor del campeonato solo superado por un sideral Bellingham. Pero desde que regresó, aunque es cierto que perdió frescura y contundencia en las áreas, acusó sobremanera el apagón ofensivo del equipo. Lo que admite pocas dudas es que la Real ha certificado su pasaporte europeo por su defensa coral, en la que también juega un papel primordial Take por lo aplicado que es en la presión y porque siempre trata de perseguir a su marcador con la misma competencia que un zaguero más acostumbrado a esta misión. Pero los números son como la prueba del algodón, no engañan y confirman que el curso no ha sido tan bueno como el pasado, ya que se ha quedado a dos goles y, lo que es peor, a cinco asistencias de igualar sus registros. Desde su regreso de Catar solo ha logrado una diana, la que anotó en Palma en partido de Liga, y solo ha dado un pase decisivo, su mágico servicio al límite a André Silva ante el Valencia. Demasiado poco para un futbolista tan diferencial. Kubo ha participado en un total de 2.933 minutos repartidos en 43 partidos, de los que 33 arrancó de inicio y completó 17.
La confirmación de que no va a disputar los Juegos Olímpicos no deja de ser una gran noticia. Roberto Olabe ya había dejado claro que no le iban a permitir competir en Francia debido a que "sus juegos este año han sido la Copa de Asia". El seleccionador insistió hasta el último momento para tratar de contar con su presencia, pero era una batalla perdida. Take necesita vacaciones y pasarse unos cuantos días desconectado de todo. No se atisban muchos movimientos a su alrededor en el mercado, por lo que lo normal es que viva un verano tranquilo y regrese en pretemporada con las pilas recargadas para ser el futbolista diferencial que todos conocemos.
Tampoco se puede pasar por alto que por primera vez desde su llegada hace dos veranos, Kubo ha sido suplente en el tramo final del campeonato, aunque no hay que descartar que alguna vez haya sido por arrastrar molestias musculares.
Inadmisible jugar competiciones internacionales en plena campaña
No hay que pasar por alto tampoco que por primera vez y, aunque se ha escondido en muchos momentos que sufría problemas físicos, Imanol le ha sentado en el banquillo en partidos clave, como la final en el campo del Benito Villamarín ante el Betis. Algo impensable desde su llegada.
El bajón experimentado por Traoré y Kubo no hace más que reforzar el hecho de que resulta inadmisible que puedan perderse un mes en mitad de la temporada por acudir a un evento de selecciones con la consiguiente presión y tensión por cómo lo viven sus respectivos países.