El Parlamento de Navarra afronta el último curso con una quincena de leyes pendiente

El último curso político de la legislatura no va a ser tranquilo en el Parlamento de Navarra. La Cámara foral todavía no ha retomado las sesiones y ya tiene en agenda un buen montón de leyes –entre proyectos del Gobierno y proposiciones de ley de los grupos– pendientes de abordar antes de que se celebren las elecciones forales.

Es decir, que de alguna manera los próximos siete meses se parecen mucho a un ahora o nunca: o es en el último año de sesiones cuando se acomete la aprobación de los textos pendientes o la disolución del Parlamento –con el que decaen todos los expedientes inconclusos– obligará a retomarlos una vez se conforme la próxima Cámara, que puede tener –o no– la misma lógica de fuerzas, y por tanto una línea políticamente similar que retome las leyes o un viraje absoluto.

Cruzar el plan normativo del Gobierno para el año 2022 y la base de datos del Parlamento ofrece una imagen bastante precisa de lo que se ha aprobado ya, de lo que está tramitado y de lo que queda pendiente. Lo inmediato será abordar aquellos asuntos que están pendientes.

El 18 de agosto se abrió el expediente para el proyecto de ley de subvenciones y para una de las leyes importantes del departamento de Derechos Sociales: la de atención a personas con discapacidad y garantía de sus derechos. Ambas están pendientes de que la Mesa, el órgano gestor del Parlamento, las calendarice. No por haber entrado ya significa que se tramitarán antes, porque siempre hay textos con más urgencia que otros. Pero estos, por lo menos, ya están en el registro de la Cámara.

Hay otra ley que está en trámite: la proposición de ley para la mejora de las condiciones laborales del personal de los centros de 0-3 años del ámbito municipal. Fue presentada por Navarra Suma y se tramitó en junio, por lo que se abordará a partir de septiembre. El vicepresidente del Gobierno, Javier Remírez, ya criticó que la derecha presentara un texto que no habría propuesto en sus años de ejercicio, y todo apunta a que la norma generará debate.

Plan para 2022

A partir de aquí hay casi una quincena de leyes pendientes. Una de las que también dará que hablar será la de protección civil y atención de emergencias. Estaba prevista en el calendario del departamento de Interior –precisamente, del que es titular Remírez– y hay que vaticina que no gustará entre los bomberos.

En Ordenación del Territorio está pendiente la de urbanismo. Y además de la de Presupuestos –que ya se trabajan a nivel técnico–, Hacienda tiene agendada la de actividades de patrocinio e incentivos fiscales al mecenazgo. Otras dos figuran en el departamento de Desarrollo Económico: las de promoción económica y la de defensa del estatuto del consumidor. Y también dos en Políticas Migratorias, que en el pasado ejercicio sacó adelante la histórica ley de abusos de la Iglesia: ahora tiene pendiente la de mediación y justicia restaurativa y la de lucha contra el racismo.

En Derechos Sociales figura para 2022 una modificación de la Renta Garantizada. Y también la modificación de la ley de salud, un tema que ya se ha abordado en periodos anteriores.

Una de las leyes que también dará que hablar será la de circuitos cortos, de la consejería de Medio Ambiente. Es una ley que regulará la venta tipo mercadillos, ferias, y que lo hará en base a un modelo francés que tiene muy buena acogida y se adapta bien a la realidad de los pequeños productores. En ese departamento están todavía sin acometer un montón de reglamentos –de calidad agroalimentaria, de caza, de pesca, de patrimonio natural...– que habrá que ver qué forma toman. Un buen montón de leyes que augura un periodo de sesiones intenso. l