El parking de la plaza de la Cruz que se paralizó a los 31 días: las razones

Solo 31 días han durado las obras del parking de la plaza de la Cruz. Apenas un mes desde que comenzaran a colocarse las vallas hasta el the end anunciado en una rueda de prensa de diez minutos escasos. Increíble. El pasado 17 de agosto, la alcaldesa de Pamplona tiraba la toalla y suspendía la construcción del estacionamiento, dejando en la calle Sangüesa las cicatrices de la perforadora, pero a la vecindad más tranquila. Cristina Ibarrola justificaba la paralización en que el proyecto, que otrora tenía “el apoyo de una clara mayoría municipal”, (según dijo, a UPN, PP y PSN), ahora no reúne “garantías” para seguir adelante. “No tenemos el apoyo político para la reurbanización de la plaza de la Cruz” (el PSN le había pedido la paralización), pero tampoco vecinal.

Porque los vecinos, en gran parte electores suyos, a pesar de que la alcaldesa hablara de “algunas concentraciones alentadas políticamente por EH Bildu” han salido masivamente a la calle, y se lo han dicho por activa y por pasiva. No están de acuerdo. Por lo que sea, el cuento de la necesidad de aparcamiento en la zona para justificar semejante intervención no les convence en absoluto. Aunque se argumente que los árboles de la plaza de la Cruz no se tocan y que en la calle Sangüesa se quitarían los mínimos posibles, tienen en la retina el páramo en el que se convirtió la Plaza del Castillo, donde se talaron 54 plataneros y 20 acacias. Y no lo quieren para su plaza, ni lo han querido desde que hace 30 años comenzó a hablarse de un parking en la zona. Hay que tener en cuenta que son personas mayores que no están por comprar plazas para aparcar y menos a 32.000 euros.

¿Cómo es posible que en tres meses este proyecto haya pasado de ponerse en marcha in extremis (en los últimos días de la legislatura), y sin pasar por Pleno, a hacer aguas a los días de meterse las máquinas? UPN no contaba con que no podría convencer ni a sus afines. Esto, unido a la cuestionada demanda de plazas, y a la posible afección medioambiental que, como argumentaban los vecinos, supondría para la zona, así como otras razones (un expediente “irregular” y “oscuro”, según la oposición), amén de las molestias a residentes, comerciantes y hasta al alumnado del IES Plaza de la Cruz al que se le obligaba a irse, han sido un tsunami que le ha caído a la alcaldesa Ibarrola en pleno agosto.

¿Qué razones están detrás de esta suspensión? Los portavoces de los grupos de la oposición, EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo Zurekin hacen sus conjeturas. Sin duda, los tiempos han cambiado, y lo que en la Plaza del Castillo no fue posible (más de 20.000 firmas exigieron un referéndum), dos décadas después, los vecinos y vecinas de la plaza de la Cruz, muchos comerciantes y la plataforma NOparkingEz lo han conseguido.

UN “CALLEJÓN SIN SALIDA” PARA IBARROLA

El precio que tendría que pagar UPN por un proyecto sin consenso político y social ha sido, según la oposición, la razón principal de esta suspensión: Borja Izagirre (EH Bildu) considera que ha sido determinante la demoledora “contestación social (sobre todo sus propias bases electorales) y la oposición política”, mientras que Elma Saiz (PSN) añade que “la postura firme de nuestro grupo y de la mayoría municipal, así como la movilización vecinal y comerciantes afectados, le ha llevado a un callejón sin salida”. Por parte de Geroa Bai, Mikel Armendáriz añade que “dio la espalda a los grupos municipales en el tiempo de descuento”, en referencia a que UPN se metió solo en este proyecto casi acabando la legislatura. Txema Mauleón (Contigo-Zurekin) va más lejos y considera que la alcaldesa ha temido “perder no solo el apoyo de su electorado sino el político”. Porque “con los días, la movilización empezó a convertirse no solo en una petición de parar el parking sino de que, si no lo para UPN, hágalo la oposición a través de una moción de censura”. Y “esa presión le hace reflexionar a Ibarrola, en el sentido de que tuvo que pensar: ‘Estoy poniendo en riesgo nuestro futuro político si no rectifico’”.

PLAZAS DE PARKING A 32.000 EUROS

Los grupos también manifiestan sus dudas sobre el interés real que el barrio pudiera tener en una plaza de parking. Es decir, que por mucha necesidad que se alegara por parte del Equipo de Gobierno de UPN, plazas a 32.000 euros son inasumibles, y menos para gente mayor que ni usa ya coche. “Este es un proyecto que surge de una demanda vecinal, para impulsar la mejora de aparcamiento en la zona”, justificaba la alcaldesa Ibarrola, que se encontró este proyecto heredado. Pero ¿qué demanda? Porque la empresa promotora del estacionamiento, en la nota remitida a los medios decía que contaban con 200 “solicitudes formales”, pero no ofreció más información sobre qué tipología de demandantes eran. De ahí las sospechas de la oposición: “Yo solicité, de esas 200 personas, cuántas eran del área prioritaria que marcaba el pliego, es decir, de las calles de al lado. Porque yo creo que un importante porcentaje estaban pensando bien en futuros vecinos o en gente con recursos económicos que quisiera invertir en una plaza”, señala Mauleón (Contigo), pero “el problema es que con ello decaía la verdadera razón social, no había tal demanda”. Izagirre (EH Bildu) recuerda que su grupo ya manifestó sus sospechas por los altos precios de las plazas, y por si éstas pudieran tener otro destino, como las promociones inmobiliarias que se prevén en calles cercanas, en edificios rehabilitados donde no se pueden hacer subterráneos.

LAS LEYES EXIGEN PRESERVAR LAS ZONAS VERDES EN EL ÁMBITO URBANO

A pesar de que UPN defendió que los árboles de la plaza propiamente dicha no se tocarían, el proyecto del parking recoge afecciones al arbolado en la calle Sangüesa que el vecindario no está dispuesto a asumir a ningún precio. Más en pleno siglo XXI y con el cambio climático que nos acecha seriamente. Porque aunque el Departamento de Medio Ambiente concluyó, ante una denuncia vecinal, que el proyecto no ponía en peligro la fauna de la zona, sí que advirtió éste de que las nuevas normativas frente al cambio climático ya recogen que “los desarrollos urbanos deben implantarse y renovarse con visión climática”, atendiendo a la “presencia de infraestructura verde”, de la que forman parte “no solo parques y jardines, sino también el arbolado presente en calles y plazas”. Medidas que contrarresten las Islas de calor urbanas, que se están generando en las ciudades como consecuencia de intervenciones que han sustituido masas verdes por asfalto u hormigón.

¿QUÉ PASA A PARTIR DE AHORA?

Con la suspensión del parking encima de la mesa, que parece definitiva después de el alumnado vaya a continuar este curso en el IES plaza de la Cruz y no sea trasladado como se preveía, todos los grupos municipales piden consenso. Borja Izaguirre (EH Bildu) considera que “en estos momentos lo fundamental es conocer de forma clara y transparente cómo se ha producido esta paralización, el acuerdo en el que se sustenta, las condiciones que se recojan en este y, sobre todo, el origen y la cuantía total de las indemnizaciones que se han anunciado”, además de “que se habilite un espacio de trabajo institucional donde valorar lo realizado y sus consecuencias”. Elma Saiz (PSN) habla de diálogo, “a través de la escucha activa y la participación ciudadana para sacar adelante un proyecto interesante en torno a la plaza de la Cruz” y Mikel Armendáriz (Geroa Bai) recuerda que la reurbanización de la plaza no tiene partida presupuestaria y espera que “la decisión de la paralización de la construcción del parking se materialice en el día a día del Ayuntamiento, a través de decisiones basadas en el diálogo”.

Por último, Txema Mauleón lo tiene meridianamente claro: “La paralización va a ser definitiva. Ha sido tan evidente la oposición mayoritaria del barrio al proyecto que creo que Ibarrola no va a rectificar de la decisión que acaba de tomar, porque no le veo, políticamente hablando, vocación suicida. Y lo que van a intentar ahora desde UPN es buscar cómo limpiamos la cara a la plaza de la Cruz, que se vea que hacen algo para la zona”.

Algo ha ocurrido, porque como añade Mauleón, “UPN no ha rectificado nunca en sus proyectos urbanísticos”. Sí lo hizo, también este año, cuando reculó y aparcó su idea de repetir las barras de la Plaza del Castillo en San Fermín. También tenía a muchos de sus votantes en contra.