Política

El pacto de Aragonès con los comunes deja en el aire la legislatura en Catalunya

Pere Aragonès visualiza el acuerdo con Jèssica Albiach

La salvación de los Presupuestos catalanes puede salirle cara a Pere Aragonès y, de paso, a la mayoría independentista. El pacto de ERC con los comunes ante la imposibilidad de llegar a un consenso con la CUP permitirá aprobar las Cuentas pero deja en el aire la legislatura. Por un lado, por el posicionamiento de Junts que, aunque no pondrá vetos, circunscribe el acuerdo estrictamente a la figura del president, desmarcándose del paso dado y advirtiendo de que el 52% soberanista ha quedado alterado. Por otro, por la interrogante que pende ahora sobre la cuestión de confianza a la que los anticapitalistas iban a someter al Jefe del Govern en el ecuador de su mandato y que, según todos los actores, obliga a recomponer el puzzle, el escenario, los objetivos y el horizonte. La contrapartida por la que los republicanos facilitarán el proyecto presupuestario del Ayuntamiento de Barcelona enreda todavía más la coyuntura.

"Esta situación debe tener consecuencias",ha advertido la portavoz de JxCat, Elsa Artadi, que ha pedido una reunión de urgencia a ERC y ha lamentado el intercambio de cromos, acusando a Ernest Maragall de ser la "muleta" del peor gobierno de la capital en la historia de la democracia. "En lugar de remangarse, lo que vimos es cómo el president abandonó las negociaciones con la CUP y se lanzó a los brazos de los comunes", ha censurado la dirigente posconvergente, para rematar: "No es un acuerdo del Govern, sino de ERC y Aragonès. Junts solo ha negociado con Esquerra y la CUP", más allá de un par de reuniones de la Conselleria de Economía con los morados. El único aval de Junts a las Cuentas es porque "siguen siendo las del conseller Giró", aunque las examinarán "partida a partida" sin aceptar "un giro de 180 grados, ni de 45 ni de 20 grados". A su juicio, podrá haber Presupuestos, pero gracias a un "fracaso del independentismo" que descarga en el líder de ERC. Y ha zanjado: "Este pacto tiene un objetivo partidista y muy claro. Para nosotros, la estabilidad en Barcelona no puede ser moneda de cambio ni sacrificar el camino hacia la independencia".

Aragonès, en cambio, no ve rota la mayoría independentista. "Una mayoría solo se rompe si se rompen los objetivos y los objetivos los tenemos, y hoy tenemos una herramienta más. Queríamos que la mayoría se expresara también en las Cuentas. No ha sido así, pero el objetivo continúa", ha defendido el Jefe del Govern en la Galeria Gòtica del Palau de la Generalitat. "Más allá de declaraciones lo importante son los hechos y los votos", ha precisado el president, sin contemplar otra posibilidad que el respaldo de Junts, que "sabrá estar a la altura". El republicano sigue con la mano tendida hacia la CUP pero es consciente de que "habrá que revisar" el acuerdo de investidura, sin concretar si considera rota la alianza y los compromisos adquiridos. "Seguro que encontraremos los caminos para reencontrarnos con la CUP en estos compromisos de futuro", ha aventurado, para zanjar así el relato: "Como Govern, hemos de estar por encima de las posiciones de partido, entendidas en el marco del corto plazo".

Bases del acuerdo 

La entente con los comunes se sustenta en la gratuidad del curso de P2 –el último curso de guardería–, el aumento de inversión en universidades y la rebaja de ratios en P3 –segundo ciclo de educación infantil–, entre otros aspectos, además de alcanzar los 1.000 millones de euros para vivienda y el impulso a la red ferroviaria. También han acordado congelar las tarifas del transporte público y convertir tramos de la N-II en una vía pacificada; internalizar los servicios de atención telefónica del 061 y el 112; crear una oficina para facilitar la remunicipalización del agua para los municipios que quieren estudiarlo pero no dispongan de recursos técnicos, y aumentar de 50 a 76 millones el Pacte Nacional per la Indústria. Además, se han previsto 120 millones de inversiones a empresas e industrias; 65 para formación para fomentar el trabajo industrial, y 10 para el fomento del I+D+I, además de crear un mecanismo que se debe acabar de concretar para "legalizar y dignificar el trabajo de cuidados y limpieza del hogar". Queda pendiente cerrar el aumento de recursos para un dentista y psicólogo público, y cuestiones como el proyecto del Hard Rock en el Camp de Tarragona.

Los comunes ignoran las críticas de Junts. "Negociamos con el Govern, no con fracciones", ha aseverado su líder en el Parlament, Jèssica Albiach, quien ha agradecido a ERC que "se haya movido" para que haya Presupuestos tanto en Catalunya como en su capita, y ha admitido que negociar también significa ceder, entendiendo que Esquerra se ha situado al lado del interés general. "El desencadenante ha sido un cambio de paradigma" económico y político", ha señalado. Un sentir opuesto al del republicano Maragall, quien, pese a recibir el agradecimiento de Aragonés, se siente como moneda de cambio. "Tomamos nota", ha avisado a los comunes. "Hay un tacticismo sistemático que tiende a desestabilizar y producir contradicciones. Muy bien... (...) Todo tiene un límite", ha amenazado el líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona. Para más inri, desde En Comú Podem esperan que este acuerdo sirva también para que Esquerra dé el apoyo a las Cuentas de Pedro Sánchez. En Catalunya habrá Presupuestos. Lo que no está claro es que perdure la legislatura, y mucho menos que se mantenga en pie una hoja de ruta independentista.

23/11/2021