El Congreso ha rechazado este jueves la senda de estabilidad 2026-2028, un paso previo fundamental para la elaboración de los presupuestos del próximo año, lo que obligará al Gobierno español a aprobar unos nuevos objetivos de déficit y deuda en el plazo de un mes.
La senda de estabilidad ha sido rechazada con 178 votos en contra -PP, Vox, Junts y UPN-, 164 a favor y 5 abstenciones -Podemos y la diputada de Compromís Àgueda Micó-, a pesar de que la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, había pedido el apoyo de la Cámara por "sensatez y sentido común".
La senda de estabilidad define los objetivos de déficit y deuda que las distintas administraciones tienen que respetar en sus presupuestos y va acompañada del techo de gasto para el próximo año, que no se somete a votación.
Tras su rechazo, el Gobierno Sánchez tiene un plazo de un mes para presentar una nueva -con los mismos objetivos o unos diferentes- y, si también es rechazada, se aplicarán las metas del plan fiscal estructural, que tiene la misma cifra global de déficit (2,1 % del PIB para 2026), pero obligará a las comunidades autónomas a cerrar en equilibrio en lugar de con una décima del PIB de déficit.
En el caso de la CAV y Nafarroa los objetivos del déficit se negocia de forma bilateral aunque las negociaciones se complican porque los objetivos de estabilidad fija el déficit de las comunidades autónomas. En el caso de la CAV es la Comisión Mixtal del Concierto la que negocia el déficit para el próximo año aunque en los presupuestos enviados al Parlamento vasco se contempla un déficit del 0,3%. En el caso de Nafarroa se negocia en la comisión coordinadora del Convenio Económico una vez sean aprobadas las Cuentas para el próximo año.
El PP critica que los objetivos "no van a servir para nada"
El diputado popular Juan Bravo ha reprochado a Montero que plantee unos objetivos de estabilidad que "no van a servir para nada" y haga "perder el tiempo a los españoles".
"Usted no puede presentar objetivos de estabilidad porque no es un Gobierno estable, porque usted solo incumple", ha criticado Bravo, que ha dejado claro el rechazo del PP evitar "un gasto descontrolado" que se va a pagar "con más impuestos y más deuda".
"Más impuestos y más deuda (...) no hace usted más que mentir y engañar", ha reprochado también el diputado de Vox José María Figaredo, que ha llegado a calificar de "mierdas" las partidas de gasto que aprueba el Gobierno.
"Cada martes ustedes reparten el dinero de los españoles en infinitas mierdas", ha zanjado tras leer algunas subvenciones aprobadas en el Consejo de Ministros.
Por su parte, el diputado de Junts Josep María Cruset ha defendido la negativa de su formación porque es "exactamente la misma (senda) que le tumbamos el año pasado" y se encuentra lejos de su exigencia de que las comunidades autónomas asuman un tercio del déficit total.
"Todo el mundo sabe que no tendrá presupuestos", ha advertido, al tiempo que ha apuntado que la "intención" de la ministra es "que el PP le tumbe los presupuestos para poder hacer su campaña en Andalucía".
"Estos presupuestos no son otra cosa que la campaña electoral del PSOE", ha coincidido la diputada de Podemos Ione Belarra, que ha defendido la abstención de su formación porque el Gobierno "planea gastarse el dinero de la vivienda pública", de la sanidad y la dependencia "en armas y tanques".
Avanzar hacia los presupuestos
En cambio, ERC ha apoyado la senda "para permitir negociar los presupuestos", aunque, ha advertido la diputada Teresa Jordà, "primero" tienen que cumplir con todo lo pactado.
El diputado de EH Bildu Oskar Matute ha incidido en que su grupo seguirá actuando "con responsabilidad y con ánimo constructivo para ser útiles", en línea con la diputada del PNV Idoia Sagastizábal, que ha señalado la necesidad de contar con una senda "adaptada a la coyuntura económica".
También han mostrado su apoyo el BNG y Coalición Canaria, que aunque han criticado los objetivos de déficit, han defendido la necesidad de avanzar hacia los presupuestos.