Analizamos la situación de una empresa emblemática en Euskadi, con 92 años a sus espaldas y que afronta ahora el posible despido de 335 trabajadores. Un ERE que afirman los trabajadores, es un claro proceso de deslocalización que dejaría en una situación de debilidad a la fábrica que hace poco, recuerdan, fue galardonada como la más productiva de la compañía.
En cualquier caso no tiran la toalla. Han convocado tres nuevas jornadas de huelga la próxima semana y advierte de que no dejarán de luchar hasta que la empresa reconsidere el ERE planteado y que consideran no se justifica en la caída de ventas. "La plantilla está concienciada, hay unidad sindical y el objetivo es claro porque las fábricas (Basauri y Puente San Miguel) son competitivas.